martes, 24 de enero de 2012

AMOR ACCIDENTADO










--¡Diana, apresúrate o llegaras tarde!—la voz de mamá se oía por toda la casa.

Me di prisa en terminar de cerrar la maleta, me iba a Corea por un mes, me lo había ganado después de dos años de trabajo sin descanso, esta vez no dejé de pasar la ocasión, aunque hubiese mucho trabajo en el hospital yo necesitaba unas vacaciones con urgencia.

Me despedí de mis padres dándoles un beso en las mejillas prometiéndoles que me portaría muy bien, les traería algún recuerdo de mi tierra amada.

Faltaba una hora para despegar mi avión cuando llegué al aeropuerto, llevaba un poco de retraso, no me importó estaba a las puertas de hacerse mi sueño realidad, ¡ir a Corea!, y si tenía la ocasión visitaría la casa de alguno de los famosos, las direcciones de donde vivían las guardaba en mi bolso como un tesoro.

Tiempo después….

El avión aterrizó en el aeropuerto de Seúl, Incheon , un edificio magnifico, era considerado unos los mejores aeropuertos internacionales mas transitados del mundo, ahora sabía por qué, era hermoso nada parecido a los que hasta ahora había pisado.

Me encontraba muy nerviosa, ¡por fin, estaba en Corea!, miré mi alrededor para buscar la zona de los taxis, una señora entrada en años me indicó donde se encontraban, la saludé al estilo asiático ¡todo era tan emocionante!.

Sabía hablar algo de coreano pues un año atrás me inscribí a unas clases particulares por el deseo de aprender este idioma, ahora veía los doramas sin subtitular, eso era un alivio para mí.

Llegué al apartamento que renté para mi estancia en este país, era espacioso, al estilo europeo, suelo de tarima de madera, por lo que había que descalzarse antes de entrar, la cocina estaba decorada en colores suaves con los electrodomésticos de última generación, recorrí toda la casa hasta llegar al dormitorio, este era en tonos granates, me encantaba, la cama se veía confortable, invitaba a tirarme y saltar sobre ella, reprimí ese impulso con una sonrisa en los labios.

Empecé a sacar la ropa que traía colocándola en el armario, después fui a la cocina para ver que tenía que comprar, hoy solo lo dedicaría a ambientar la casa y preocuparme de comprar todo lo que necesitase para la estancia.

El supermercado estaba a media manzana del apartamento, no me cogía muy lejos, me dirigí allí. Compré verduras, carne, pescado ,fruta lo necesario para llenar la nevera y hacer mi primera cena en el apartamento, mañana lo dedicaría a visitar lugares de interés cultural !Me encantaba estar aquí!.

En casa una vez acomodada y alimentada puse el televisor, me alegraba de haber dado las clases de idioma.
Me desperté con los rayos del sol dándome en la cara, estirándome y bostezando me levanté de la cama, hoy comenzaba mis vacaciones después de tanto tiempo, creé un itinerario para el día de hoy, incluyendo museos, parques nacionales etc…

Hacía calor por lo que me puse unos pantaloncitos cortos y una camiseta amplia con mis deportivos, quería ir cómoda y ligera, cogí el bolso con toda mi documentación por si acaso me lo pedían, salí por la puerta toda ilusionada no sabría cuando volvería, como no tenía a nadie quien me regañase.. jejejejej.

El día fue agotador pero productivo, visité lugares que solo creía que vería por Internet, al volver a casa, compré ramen, la comida asiática me encantaba.

Una semana después había visitado casi todos mis lugares favoritos, me tomaría tiempo para descansar y relajarme, tenía por vecina a una ancianita muy simpática, me enseñaba fotos de su familia y nietos, alguno de ellos muy atractivos, la señora estaba muy orgullosa de ellos y sus logros.

Vi carteles de películas que se estrenaban cerca de donde yo me alojaba, decidí ir a ver una. Me arreglé un poco para salir.

Iba por la acera observando a la gente que pasaba a mi alrededor, cuando oí un fuerte choque de metal y cristales al romperse, el corazón me dio un vuelco, la gente corría en una dirección, me apresuré por si tenía que socorrer algún herido, esperaba que no fuese nada grave.

El panorama que tenía ante mí era aterrador, dos coches estaban implicados, uno de ellos la parte delantera estaba destrozada, el otro, un lateral y parte de delante, se veía con mal aspecto el panorama, en uno de ellos la gente que lo ocupaba salían con rasguños y alguna cara ensangrentada, en total eran dos chicas jóvenes y un chico.

En el otro coche la gente sacó un cuerpo inmóvil, la cara cubierta de sangre, el ocupante estaba inconsciente, me acerqué a este pues necesitaba mi atención, aparté a la gente diciendo que era enfermera que dejasen sitio para poder examinarlo, otra chica se me acercó diciendo que ella era estudiante, me ofrecía su ayuda, acepté, la persona estaba viva pero muy débil, tenía un buen golpe en la cabeza donde la herida sangraba, busqué en mi bolso algún pañuelo que siempre llevaba.

Alguien me dio una botella de agua y con eso le pude limpiar el rostro y la profunda herida que se le veía encima de la ceja.

El corazón me dio un vuelco al ver de quien era ¡no podía ser él!! Él no!. Estaba mal herido, tenía todos los síntomas de un traumatismo craneal severo, debía ser llevado con urgencia al hospital.

--¡! Qué alguien llame a una ambulancia!!—pedí desesperada, ¡no le podía pasar nada, a él no!.
Una voz dijo que ya lo había hecho, que no tardarían en llegar.
Diez minutos después lo subieron con una camilla sujetándole bien la cabeza para que no se moviese.
El médico me dijo que si lo conocía, le respondí que sí, me felicitó por la rapidez con que lo había tratado y me dijo que si no me importaba acompañarlo al hospital para dar algunos datos del paciente, me ofrecí hacerlo.

La vida de esta persona era muy importante para mí, sabía todo referente a él, donde vivía, su nombre verdadero e incluso el teléfono de esta persona.

Me subí sentándome a su lado, cogiéndole la mano entre las mías me acerqué lo bastante como para besarlo en la maltratada frente.

--Eli, recupérate por favor, no te puedo perder así—una lágrima caía por mi rostro lleno de dolor.

Al llegar al hospital, varias personas salieron a socorrernos, fui llevada a información para dar los datos de él, llamé a su familia informando lo que había pasado.
Por primera vez oí la voz de la mamá de Eli, nunca hubiese imaginado que lo conocería en estas circunstancias, no quería que esto fuese a terminar así, una voz por megafonía dijo mi nombre, acudí para saber de su estado.

--Por favor sígame—una enfermera me dio paso a la sala interna de emergencias, allí varias personas me aguardaban.


--En tu informe pone que eres enfermera ¿es cierto eso?—dijo uno de los médicos con el informe del paciente en la mano, con mis datos por ser la persona que lo ayudó.
--Si, llevo ejerciendo esta profesión hace dos años—dije, moría por saber como estaba él, creí que me llamaban para decirme sobre su estado pero por lo visto no era así.

Queríamos preguntarte si nos podías echar una mano, algunos de nuestros residentes están de baja por enfermedad, estamos necesitados de personal.

¿Qué hago? De esta forma estaría en contacto con Eli sabría de su estado y poder cuidarlo si tenía esa oportunidad, no me lo pensé mucho y acepté.

Me cambié de ropa por el uniforme que me dieron, al salir de los vestuarios unas de las enfermeras que estaba al mando de la sección me dio varios informes de pacientes, pero antes de empezar me enteraría de cómo estaba él.
Miré los expedientes, me sentí aliviada al ver que Eli estaba entre ellos, ahora podría cuidarlo.

Estaba en la UCI, tenía un feo golpe en la cabeza, miré su expediente y confirmó mi pronóstico
“traumatismo craneal” el paciente estaba en coma, el alma se me cayó a los pies, esperaba que se recuperase, haría todo lo posible para que así fuese.

Hace dos años me especialicé en cuidados intensivos, ahora me alegraba de haberlo hecho porque así podía cuidar de la persona que más admiraba y quería en este mundo a parte de mi familia.
El estaba tan quieto, su pecho se movía levemente por la respiración, estaba todo entubado, no lo quería ver así, iba a poner todo mi empeño para que él se recuperase o por lo menos lo intentaría.

Sabía de personas de cuando estuvieron en estado comatoso oían a los que estaban a su alrededor, de hecho es lo que se les aconsejaba a sus familiares que hiciesen, de Eli me iba a ocupar yo. Me acerqué a él sentándome a su lado, le cogí la mano y se la besé, apoyé mi rostro en ella.

--Te prometo que saldrás de esta—le dije.

Había pasado una semana y no daba señales de recuperarse, en mis ratos libres lo pasaba con él, le contaba como fue mi niñez y las travesuras que hice, como fue la primera vez que me gustó un chico y lo mal que me sentí cuando lo dejamos, al poco de eso fue cuando me empezó a interesar su mundo, el k-pop, los doramas, como empecé a enamorarme de su país, de la primera vez que vi su grupo en un video de You Tube y en como poco a poco se fue metiendo en mi corazón, la necesidad de verlo fue aumentando día a día, en como compraba sus discos por Internet y tener pósters en el interior del armario de mi alcoba.

Le conté que gracias a él, salí de momentos verdaderamente dolorosos en mi vida con tan solo mirar su rostro sereno y bello me daba fuerzas para continuar.
Me gradué con buena puntuación en mi carrera de enfermería, me gustaba poder ayudar a la gente y ahora lo iba hacer con Eli.

Llevé todo lo necesario para asearlo, su cuerpo ya no era un misterio para mí, todo musculoso pero no demasiado, sus brazos eran una de las cosas que más me gustaban de él a parte de su bello torso con sus abdominales bien marcados, solo podía imaginar lo bien que me sentiría al ser abrazada por él.
Como todos los días lo saludé dándole un beso en la frente, sus bellos ojos marrones permanecían cerrados, pasé la esponja húmeda por su rostro, luego cogí una suave y pequeña toalla blanca para secarlo cuidadosamente, no me cansaba de mirarlo.

--¿Cómo te encuentras hoy? Debes despertar, Kim Bun vino a verte hoy, está preocupado por ti, hazlo por ellos, ¿ok?—le hablaba muy a menudo aunque sabía que no obtendría respuesta.
Seguí aseándole pasando la esponja por su pecho, bajé la sábana que lo cubría para seguir el recorrido, amaba su hermoso cuerpo, no tenía ni un gramo de grasa, era todo músculo, su piel suave al tacto, que diferencia a los chicos de mi país, los asiáticos cuidaban mucho de su cuerpo e imagen.

--¡Terminé! Ya estas listo para recibir visitas, por cierto ¿tienes novia?, ah lo siento me siento celosa de esa chica que viene a visitarte, no quiero compartirte, pero…. Te dejo, tengo pacientes que atender, vendré más tarde—le dije acercándome a él, le di un breve beso en los labios tibios y carnosos de él.

Pasó otra semana y él no respondía al tratamiento, mi tiempo se agotaba, dentro de poco me tenía que ir del país para regresar al mío con mi familia, no quería dejarlo así, pero ÉL no respondía ante nada.
Hoy me tocaba estar de guardia por la noche, no había movimiento, todo estaba muy tranquilo por lo que decidí visitarlo como tantas veces lo había hecho. Pasé a la habitación, lo miré, hacía unos días le habían quitado todos los tubos y aparatos, respiraba por sí solo, lo único que tenía era el suero y una bolsa de medicamento intravenosa.

--¿Sabes que me tengo que ir? No puedo estar más contigo, ¡por favor despierta! quiero ver como me miran tus ojos por última vez. Sé que seré una desconocida para ti, pero no me importará porque sabré que estarás bien y que volveré a oír tu voz como antes—no me daba cuenta que tenía el rostro empapado de lágrimas, solo cuando acerqué su mano a mi rostro que me di cuenta que su mano estaba mojada por mis lágrimas.

--Me queda una semana, después desapareceré de tú vida como si nunca hubiese existido !Eli¡— lo llamé desesperada moviéndolo como si eso lograra sacarlo del mundo en el que se encontraba.

--¡No me hagas esto! ¡Despierta!, déjame sentirte vivo por una vez—apoyé la cabeza en su regazo llorando, no pude aguantar más la tensión de todos los días por verlo así, ansiaba ver al chico que era antes del accidente, un chico vivaz, lleno de alegría y ganas de comerse al mundo con su música,
Una persona alegre, querido por sus compañeros que no dejaban de llamar para preguntar el estado de salud en el que se encontraba sumido.

--¡Sabes!—levanté la cabeza para mirarlo—cuando vine a Corea soñaba con asistir a vuestro concierto, quería verte cantar y como te movías por el escenario, esto se convirtió en pesadilla cuando te vi allí, inconsciente en el suelo, estas vacaciones … no sé como definirlas, logré conocerte, estar contigo todo el tiempo, pero a la vez, lo peor que me ha pasado..—volví apoyarme mirándole la parte inferior de la mandíbula y el cuello, era lo que mi vista lograba alcanzar desde donde estaba.
Cerré los ojos relajándome un poco, noté como uno de sus dedos rozaba mi piel, abrí los ojos asustada y esperanzada a la vez, por si era mi imaginación que me jugaba una mala pasada, el movimiento se volvió a repetir, sabía que cuando los pacientes estaban en coma, había veces que esto pasaba, esperé a ver si lo repetía para dar orden de que lo examinasen de nuevo, esperé un tiempo, no pasó nada, fue solo una falsa alarma, un movimiento involuntario de su cuerpo, el corazón lo tenía en un puño.

Era entrada la mañana cuando desperté, acabó mi turno y vine a descansar, había dormido un par de horas desde entonces, hoy era mi día libre, había visitado pocas cosas desde que llegué a Seúl, no me importó, lo primero que haría sería visitarlo como todas las mañanas, luego me iría a comer en algún restaurante que apunté antes de venir a Corea y que tenía ganas de probar su comida.

Al día siguiente pasé por cuidados intensivos, lo eché de menos el día de ayer, me di cuenta que en la habitación había mucho movimiento, fuera aguardaba su familia y los chicos del grupo, llegaron dos médicos pasando y cerrando la puerta. Mi corazón latía desesperado, ¡no podía ser!, ¡no estaba pasando! No estaba preparada para eso todavía, recé con todas mis fuerzas para que saliese de esta, había gente que no lo superaba fallándole el corazón o algún otro órgano vital .
--¡Dios, ayúdale, no dejes que muera!—lloraba en silencio mirando la puerta cerrada de la habitación donde estaba él.


Su madre lloraba, en el hombro de Alex, no pude ver su cara para saber a que atenerme, su madre me vio y vino hacía mi, habíamos hablado en varias ocasiones.

--Diana,! Gracias por cuidar de mi niño!,-- me abrazó, dejándome un atisbo de esperanza.

En ese momento uno de los médicos que lo atendían salió, me acerqué para saber su estado, el médico habló con la madre de Eli, después se acercó a mí felicitándome por el trabajo realizado, le pregunté sobre él.

--Ha salido del coma, en estos momentos estamos haciéndole pruebas por si el golpe dañó su mente, por el momento todas han salido negativas—dijo, se fue desapareciendo por el pasillo del hospital.

Gruesas lágrimas corrían por mi rostro pero esta vez de felicidad, su madre me miró.
--Quieres a mi hijo ¿verdad?- a esta señora no se le escapaba nada pensé, le conté la verdad sobre mis sentimientos hacía él.

--Hiciste mucho por él, algunos nos rendimos viéndole así pero tu no, no lo dejaste solo y lograste atraerlo a la vida otra vez, por eso te estaré eternamente agradecida—me besó en las mejillas abrazándome.
-- No hice nada – dije avergonzada y con ganas de poder traspasar esa puerta que estaba cerrada.
--¿Eli esta consciente?—logré superar la timidez y pregunté deseosa por saber.
--SI, hace una hora más o menos que despertó—se notaba que amaba a su hijo.

Dos horas después..

Todo había vuelto a la normalidad, me tocaba pasar para comprobar los medicamentos, pasé a la habitación sin hacer ruido para no despertarlo, comprobé las gomas, me estaba retirando cuando…

--Tú eres mi ángel ¿verdad?—una voz profunda y bonita se oyó a través de la habitación, me quedé paralizada no sabia que hacer, ahora era diferente, él estaba consciente.
--¿Por qué no me respondes?-- quiso saber él un poco nervioso.

Me di la vuelta despacio sin saber que decir.
--Háblame, necesito saberlo—insistió él.

Estaba incorporado en la cama, llevaba la camisa de pijama del hospital abierta dejando su pecho al descubierto, se veía tan distinto al Eli que yo cuidaba y aseaba todo este tiempo, no sabía como actuar con él, me sentía muy cortada y apenada pues sabía que a partir de ahora las visitas nocturnas e incluso las horas libres no podría pasarlas más con él.

Pasó la jefa de enfermeras avisando que había una emergencia, me necesitaban en urgencias, asentí, me iba cuando le oí decir.
-- No te marches, dímelo—dijo en voz baja anhelante.
--Me tengo que ir—dije afirmando con la cabeza.
--Dime tu nombre al menos—me dijo
--Diana Cortez es como me llamo-- Saliendo de la habitación ¿por que me sentía diferente?. Era Eli el chico del que me había enamorado, el mismo que hacía semanas que lo cuidaba,¿Por qué de repente esta timidez?.

Solo faltaban tres días para el regreso a mí país, a Eli lo trasladaron a planta, eso quedaba fuera de mi sección, cortando así todo contacto de él, me despediría llegado el momento.

Miré la carpeta que llevaba en las manos, dentro de cinco minutos tenía que hacer un escáner sin fijarme en el paciente, llegué a la sala , el paciente ya estaba preparado, me fui directo a la maquina poniéndola en funcionamiento, terminada la prueba me acerqué al paciente para decirle que ya se podía incorporar por si necesitaba ayuda.

Quedé paralizada al ver quien era.
--Diana,!no te vayas!—me cogió de la muñeca antes de que intentara salir de allí.
--Sé que fuiste tú la que me ayudó a encontrar el camino, oía tú voz, solo la tuya, deseaba que no me dejaras en los momentos de silencio y desesperación, buscaba tú voz pero no la oía.

--¿Me oíste?— pensando en las cosas que le dije, mis sentimientos por él, todo lo que inspiraba su persona, el rubor se extendió por mi rostro, imaginando lo que pensaría de mí.

--No al principio, pero después fueron murmullos suaves hasta que se convirtieron en palabras completas, deseaba que siguieras conmigo, entonces la voz se desvanecía dejándome solo otra vez. Fuiste la que consiguió que luchara con todas mis fuerzas para salir de esto, tu voz se hizo imprescindible para mí, quería conocer a la dueña de esa voz—dijo Eli.
--No sé que decir—lo miré a los hermosos ojos marrones.

Él retiró la sábana que lo cubría, se puso de pie, acercándose a mí.
--¿Sabes a cuantas personas pregunté pensando que eras tú?—me dijo un poco molesto.
-- lo siento, no lo sabía—me disculpé.
--¿Por qué no dijiste nada cuando te pregunté?.
-- Fue la impresión de verte despierto—me sinceré a medias con él.

Sus piernas le fallaron por estar tanto tiempo de pie, estaba débil y fueron semanas las que estuvo en cama sin moverse. Lo sujeté a tiempo de caer al suelo, su cuerpo era pesado, estaba tan cerca de mí que su aroma penetró en mi nariz dejándome aturdida.

Eli me miró a los ojos, dejando caer su mirada a los labios, se acercaba poco a poco, estaba atrapada en un torbellino de sensaciones, su cercanía me quitaba el aliento, el corazón se me salía del pecho haciendo la respiración dificultosa.
Se acercó más, casi al punto de rozar mis labios con los suyos, Eli cortó las distancias besándome. El labio inferior quedo atrapado entre los suyos, los mantuvo así un leve instante, los movió un poco cogiendo el superior, se separó un poco volviéndome a besar con un poco más de presión, lo abracé al cuello al mismo tiempo que se aferraba a mi cintura apretándome contra él, se hizo más profundo el beso, no podía pensar en nada, olvidar todo menos él y este momento mágico junto a él.

Nos separamos despacio mirándonos a los ojos,!lo amaba! Estaba segura. Lo tuve que dejar me llamaban por megafonía.

Me llamaron del consulado de Corea, tenía que presentarme allí a las diez de la mañana, me dijeron que para firmar los tramites necesarios para poder quedarme y trabajar en el hospital de Seúl

En casa saltaba de alegría, me lo habían concedido podía quedarme aquí por más tiempo, pedí una excedencia por correo electrónico al centro hospitalario en el que trabajaba en mi país, me la concedieron, solo faltaba retirar el billete de avión antes de que pasaran las cuarenta y ocho horas para reclamar el dinero sino sería perdido.
Llegué poco antes de que dieran las doce en mi reloj de pulsera, el aeropuerto estaba abarrotado de gente, me dirigí a la sucursal de donde cogí el pasaje, hablaba con la chica cuando tiraban de mí fuertemente, me volví para decir algo, Eli estaba allí, tirando de mí hasta salir por las puertas del edificio.
--¿Qué pretendes? ¡Eh!, irte sin ni siquiera despedirte de mí, -- estaba furioso, aún así es el hombre mas hermoso que he visto en mi vida- pensé.
--¿Es que no significo nada para ti?—me preguntó y sin dejar a que contestara prosiguió diciendo:
--Se que te conozco desde hace poco, pero te amo, amé tu voz desde el primer momento que la oí, fue por eso que regresé quería estar con la dueña de esa voz, gracias a eso te conocí sin saber quien eras, me enamoré primero de tu voz, luego de la persona tan resbaladiza que resultaste ser –confesó

Estaba anonadada por lo que acababa de oir de sus labios,¿me quería? ¿Sería eso posible?- pensé
Sus brazos me atrajeron de nuevo a su cuerpo abrazándome fuertemente, su mejilla la apoyó en mi cabeza.
--¿Por qué te quieres ir de mi lado?. Es que acaso ¿no sientes lo mismo que yo? – dijo afectado.

Levanté la cabeza para mirarlo despacio memorizando este momento en mi cabeza, lo quería recordar siempre.
--¿Por qué no te quieres quedar aquí?, me pondré en contacto con quien sea para que puedas quedarte—dijo
--No hace falta, todo está arreglado—le dije sin especificar el qué.
--¡No te vas a ir! ¡Aunque tenga que atarte a mí de por vida -- dijo Eli

Lo miré, esos ojos que me atraparon por primera vez en una pantalla de ordenador, sus labios que me hacían enloquecer con sus besos, sus brazos que me hacían

sentirme protegida rodeada de ellos,
Ese cuerpo que podía pasarme horas y horas acariciándolo sin cansarme, todo eso junto fue lo que siempre soñé y ahora lo tenía al alcance de mi mano.

--No me voy, solo estaba retirando el pasaje, me han concedido una tarjeta de residente por un tiempo en tú país—le dije sonriéndole con amor.

--¿ Por qué no me dijiste nada? ¿Sabes lo angustiado que me sentí cuando me dijeron que hoy te ibas? --Me apartó de el unos centímetros.
--¡Te parece gracioso! El jugar con mis sentimientos, yo….- no lo dejé continuar

Me puse en puntillas sujetándome por su cintura, lo besé como nunca lo hice con nadie.
--Eli, te quiero, no me podía ir dejándote aquí.
--¡ Ah Diana! ¡me vas a matar de un susto un día de estos!—me abrazó de nuevo.
--¡No! Con lo que me costó que despertaras para mí, no te dejaré nunca—
Sus labios se unieron con los míos provocándome un mar de sensaciones.

Las vacaciones resultaron ser de lo más inusual que me pasó en la vida, conocí en persona mi gran amor, tuve la oportunidad de cuidarlo y amarlo en todo este tiempo trascurrido, y ¡por fin! lo obtuve a él como recompensa.

FIN

DESTINADOS





DESTINADOS…

Nacimos en el mismo mes...en el mismo año….
Yo soy de España, me llamo Victoria...pero desde pequeña me dicen Vicky, mi padre por cuestiones de trabajo, lo trasladaron a Corea del Sur a una Ciudad llamada Geochang, Jeollabuk-do,…cuando llegamos allí, lo primero que vi, es que en la casa de al lado vivía una familia muy amable y linda que nos brindaron su hospitalidad inmediatamente.

Yo en ese entonces contaba con 9 años de edad, al transcurrir el día me encontraba sola en el patio de la casa y no hallaba con que entretenerme, de pronto escuché la voz melodiosa de un niño que cantaba una hermosa canción, no la entendía por el idioma, yo casi no sabia coreano, pero sentí que esa voz llegó muy dentro de mi corazón de niña, traté de ver quien cantaba, me subí a una escalera para ver pero con tan mala suerte que me resbalé y fui a caer casi encima del niño que estaba cantando.

Menos mal no era tan alta la pared o sino le hubiese hecho daño, el niño reaccionó inmediatamente, me levantó y me preguntó si estaba bien, yo pensé que estaba enojado pero era todo lo contrario lo único que yo veía en ese rostro hermoso era preocupación, me quedé como hipnotizada cuando lo vi, tenía los ojos rasgados, la nariz fina, y una boca que parecía que había sido moldeada, pero lo que me llamó mas la atención fue ese huequito que tenía en la barbilla, de pronto me dieron una ganas irresistible de tocarlo…

El niño me hablaba pero yo estaba tan embobada…que no le contestaba…además que no entendía lo que me decía....de pronto el me dio una sacudida, y yo grité…..llegaron los padres de el alarmados por el grito y por ende también los míos….ellos se dieron cuenta de la situación… mis padres estaban asustados, pero se percataron de que no me había pasado nada...solo el susto….

--Ya ves Vicky…como siempre por andar de cabra…que hacías montada en esa escalera...te ha podido ir peor..--dijo mi padre-…

-- Papá no me regañes ...--Respondí avergonzada-.

--.Tranquilo papá de Vicky ella está bien…-dijo la madre del niño-
Así se decían allá, no se llamaban por el nombre….sino que se expresaban así...papá de Vicky ...mamá de Vicky.

-- ¿Young Saeng…estas bien?..-preguntó su mamá.

--SI mamá estoy bien—dijo el niño

--Bueno les presento a mi hijo...se llama Young Saeng…hijo esta es Vicky...pero tienes que hablarle en español….porque ella no sabe el idioma….pero tu puedes irle enseñando….te parece?—le explicó su mamá

--Si mamá....lo haré....me parece una niña muy linda...nunca había visto una cabello como el que ella tiene…lo tiene todo retorcidito--le contesto YS a su madre, la madre sonrió complacida…

Que les digo de ahí en adelante comenzó mi adoración por Young Saeng...es como si yo hubiera nacido para quererlo….fuimos al mismo colegio…al mismo curso….siempre estábamos juntos, éramos inseparables...Solo cuando se iba a jugar baloncesto con sus amigos no estábamos juntos, pero siempre lo veía cuando jugaba…
Pasaron tres años hermosos...dichosos…ya habíamos cumplido los 12 años… me estaba convirtiendo en una hermosa jovencita y YS...ya estaba mas alto y ….siempre me molestaba diciéndome .que...yo estaba creciendo en otras partes menos en estatura…yo le respondía que el perfume fino siempre viene en envase pequeño...él se reía…Siempre decía que él iba a ser un gran cantante... que ese era su sueño….yo le respondía que si...porque el cantaba como los ángeles.
Ese día nos encontrábamos en un lugar al que siempre íbamos a jugar…era nuestro lugar secreto….YS.. muy serio se acercó a mí.

-- Vicky, cuando yo sea mayor y tenga mucha fama nos casaremos...Tu serás mi esposa...Siempre estaremos juntos.—dijo él, Yo llena de felicidad le contestaba que si…..Nos despedimos para ir a nuestras casas. Era principios de diciembre llegué a la casa y mis padres me estaban esperando muy serios.

--Vicky...tenemos que hablar contigo--dijo mi padre
Cuando vi sus expresiones sentí un temor muy grande, sabia que lo que me iban a decir cambiaría el rumbo de mi vida…

--Hija, a tu padre lo han llamado de la empresa matriz en España para decirle que le han nombrado presidente...hija tenemos que volver a España—dijo mi madre.
Eso fue lo peor que yo pude escuchar…me quise morir...yo grité y le dije a mis padres que me dejaran que yo no me quería ir...que yo me quedaba con los padres de Saeng..

--Vicky...entiéndelo hija...eso no puede ser...tienes que irte con nosotros...nos vamos el sábado...así que despídete de todos tus amigos, lo siento hija. – dijo papa.

Salí corriendo de casa y me dirigí al lugar donde siempre nos encontrábamos Saeng y yo, para sorpresa mía, allí estaba Saeng también con lágrimas corriéndole por las mejillas...
Ya lo sabe....pensé, sin decirnos nada el solo se levantó y abrió sus brazos, yo me lancé a ellos corriendo, me abrazó muy muy fuerte y me dijo :
-Yo te esperaré Vicky...Siempre lo haré --.me miraba con esa mirada triste…bajó su cabeza y me rozó los labios, fue como el toque de un pétalo de rosa, suave, delicado, tierno.

Era la primera vez que me besaba, fue tan suave y tierno que estremeció todo mi cuerpo de niña, sentí que no quería separarme de él, como si quisiera que nos fundiéramos en ese abrazo y nos volviésemos una sólo persona… yo sabía que él lo sentía también, porque me abrazaba muy fuerte, como si no quisiera que me escapase de sus brazos, es como si estuviéramos unidos en cuerpo y alma, Un solo corazón , un solo cuerpo..
Llegó el sábado pasaron las despedidas habituales.

--Te escribiré --me dijo Saeng con lágrimas contenidas

--yo también…-- le respondí con mi rostro surcado por gruesas lágrimas..
Llegamos a España, un nuevo comienzo, una nueva vida, nuevo colegio, nuevos amigos, pero tenía la alegría de que siempre me comunicaba con Saeng, él siempre estaba ahí para mi, fueron transcurriendo los AÑOS, nuestras comunicaciones se hicieron mas esporádicas y con el tiempo desaparecieron, yo siempre seguía su vida por la noticias...
se había convertido en una celebridad, mi Saeng...era miembro de una famosa Boysband... “los SS501”yo era feliz por él aun cuando él con su fama se hubiese olvidado de mi, ahora se había lanzado como solista como todos los demás miembros, cada uno quería probarse así mismo de lo que eran capaces de hacer por si solos, para luego reunirse otra vez como si nunca se hubiesen separado
Yo por mi parte a mis veinticuatro años me había convertido en una famosa diseñadora gráfica…tenía mi propia agencia de publicidad, tenía mucho prestigio.
Me había convertido en una emprendedora mujer de negocios, Hermosa, Sobresalía donde estuviese, todo el mundo admiraba mi curvilíneo cuerpo, mi pelo negro, los rizos desordenados de niña se habían convertido en hermosos bucles.

Mi corazón estaba cubierto por una coraza que ningún hombre hasta ahora había sido capaz de atravesar...me apodaban la inalcanzable…
Era una mañana hermosa, desperté en el pent-house donde vivía...fue mi primera adquisición con mi dinero y estaba orgullosa de eso...aunque siempre iba a la casa de mis padres a visitarlos…me gustaba la sensación de orgullo que me daba cada vez que veía mi apartamento…decorado en tonos tierra…
La decoradora había hecho un excelente trabajo…mi habitación favorita era la alcoba….ahhh...era de un gusto exquisito....Me duché…..Cuando salía del baño, alcancé mi móvil que estaba timbrando desde hacía rato…-contesté-...era mi asistente Ginny…

--Vicky…te necesitamos urgente en la oficina hay unos coreanos que quieren hablar contigo, Vicky ven rápido que yo no entiendo nada—dijo Ginny
Al escuchar coreanos mi corazón dio un vuelco…pero no …no puede ser…qué,-- Vicky tonta acaso todos los coreanos son él… por DIOS ATERRIZA...BAJATE DE ESA NUBE...SE OLVIDÓ DE TI...No es él…--pensé

Salí de mi edificio manejé a toda prisa quería saber cual era la premura de Ginny...y por Dios que a todos mis empleados los iba a enviar a que hicieran curso de coreano, inglés, alemán…eso ya no era una opción era una necesidad que supiesen otros idiomas, claro que si, Me bajé de mi auto se lo di al portero para que lo estacionara, entré al edificio ahí me estaba esperando Ginny muerta de los nervios .

--Ginny …no es para tanto, son personas normales como nosotros…-- la dije

--Ayy Vicky… discúlpame, pero es que no les entiendo nada, tu eres la que habla coreano ala perfección, además ellos quieren verte es a ti…- dijo ella

---Bueno...esta bien....ya estoy…- vamos---En la recepción estaban dos asiáticos…por los que Ginny armó tremendo lío, me dirigí a ellos..
-
-Buenos días, soy Vicky Monzón,¿en que les puedo ayudar?—les dije

--Buenas, nosotros somos los representante de unos artistas coreanos ..Ellos van a realizar un concierto aquí…y quieren que su compañía sea la que les haga la publicidad y todo lo que eso conlleva, sabemos que usted es la mejor en este ramo y por eso hemos acudido a usted—me respondieron.

--Gracias...que amables, muy bien, y ¿quienes son los artistas?—les dije, ellos trajeron toda la información.
Transcurrió el tiempo, los señores explicaron a Vicky lo que ellos querían....

-- Les agradezco la confianza…les aseguro que sus artistas van a estar en las mejores manos, Le entregan toda la información a mi asistente, Yo me encargaré personalmente—les contesté

Se fueron muy satisfechos. Pasó una hora y yo no me atrevía a ver cuales eran los nombres de los dichosos artistas coreanos….Dios… ya no aguantaba más la curiosidad…
--Ginny -llamé--.trae la información de los artistas coreanos…

--Aquí esta Vicky….déjame decirte que son hermosos esos coreanos—dijo ella.

--Si Ginny, gracias por tu información, Ginny esta timbrando el teléfono en tu escritorio... ¿Lo puedes ir a contestar?..
.
--OK – dijo saliendo de la habitación.
Mi corazón estaba palpitando a mil...yo sabía que él era uno de esos tres artistas...estaba segura...abrí el portafolio…vi la primera foto...Kim Kyu Jong…uno de los SS501…la segunda...mi corazón estaba que se me saltaba del pecho…Kim hyung Jun…Dios….yo lo sabía sin sacar la otra foto a quien pertenecía…lo sabia mi corazón me lo decía…cerré mis ojos tomé la siguiente foto y los abrí...ahí estaba...la persona que tanto había añorado...la que me había prometido que me iba a esperar siempre…ahí estaba esa sonrisa...esa hermosa boca…ese hoyuelo que tantas veces acaricie de pequeña….

Dios es como si el tiempo se hubiera detenido por un instante…y de pronto volví a la realidad.. Recordé todo el resentimiento que tenia, todas las noches que esperaba un MSN en mi mail, una llamada, algo que me dijera que el no me había olvidado…mi corazón se llenó de rabia y dolor…Me dije a mi misma

--Bueno Saeng…ahora vas a conocer a la mujer en la que me he convertido, la empresaria de éxito…vas a saber...que así como tu me olvidaste…yo también lo -pude hacer-- pero mentiras. ¿a quien engañaba..Ahh??..

--Vicky no lo odias me dije a mi misma...no lo has podido hacer en estos 12 años...no lo vas hacer ahora…….-
Este va a ser mi mejor trabajo….voy a hacer que me reconozcas y que te arrepientas por haberme olvidado Young Saeng!!

Era 26 de Octubre...el concierto estaba para el 3 de noviembre-...Coincidía con el cumpleaños de él, de verdad que las casualidades existen…ellos llegaban a España el 28 de octubre...ya la campaña publicitaria estaba en pleno. Las pre-ventas por Internet estaban agotadas…este concierto sería todo un éxito y todo gracias a mi...a la excelente campaña que le había realizado…me sentía orgullosa de mí misma….

Era una hermosa noche, estaba haciendo un clima muy agradable, una suave brisa movía mi cabellera suelta…Estaba en el balcón de mi apartamento…descansando....era un descanso bien merecido…había trabajado muy duro, pero todo había salido a la perfección…este era mi momento para relajarme...Había tomado un delicioso baño de burbujas...me había colocado la negligé que Ginny me había regalado....era de un tono claro de melocotón…que hacía que mi piel pareciera como crema…mi piel recién bañada olía mas que las flores..---ahhh…que delicia poder estar así… me estiré como si fuera un gato…tenía tanto tiempo que no me relajaba de esa manera…..Sonó un timbre…volvió a repicar…me extrañé...pensé que era el del apartamento de al lado...pero era el del mío…

--¿Quién será?-me pregunté- nadie viene a mi casa sin antes avisar…seguro es alguien que se equivocó de apartamento….Dios y ahora yo con esta negligé tan traslúcida…igual...nada mas asomaré mi cabeza.-.y ya…..Me dirigí hacia la puerta…abrí…Dios.[.pensé.]…ahí frente a mi se encontraba la persona que mas amaba y al mismo tiempo la que mas odiaba por haberme olvidado.

Ella lo habría reconocido en cualquier parte....no podía reaccionar…estaba petrificada…sólo podía mirarlo sin articular palabra.

-Reacciona Vicky…di algo.-me decía a mi misma, ¿no y que le ibas a demostrar que eras toda una mujer empresaria? Aja y donde quedó eso?..Esos eran mis pensamientos. Yo sólo podía contemplarlo…estaba hermoso el desgraciado…una cosa era verlo en las revistas y por Internet y otra muy diferente tenerlo enfrente...Dios estaba mas alto de lo que imaginaba—llevaba su pelo castaño oscuro mas corto..…su boca la tenia mas acentuada...y su cuerpo fuerte tenía la musculatura de un hombre adulto...mi boca estaba seca...mi corazón latía muy fuerte .El me miraba…como si quisiera absorber mi alma al hacerlo…de pronto me di cuenta de que el me miraba fijamente…se me había olvidado cómo estaba vestida, el rubor subió a mis mejillas…crucé mis brazos sobre mis pechos...pero que…si el ya me había visto...y en su mirada había deseo ..y...rabia???..Pero por que? Si la que debía sentir rabia era yo….

- Cómo estas? ¿Me puedes dejar pasar?...es que me siento ridículo aquí afuera…-Reaccioné, pero de mala manera

—y cómo porqué te tengo que dejar pasar?...que yo sepa...en todos estos años...no te has dignado a escribirme, o llamarme...porque lo tendría que hacer??—le reproché

--Vicky---su voz tenía un dejo de exasperación

-- Está bien, dime todo lo que tengas que decirme, pero por favor déjame entrar….te prometo que me iré en cuanto pueda hablar contigo…
Dios...cómo puede alguien ser tan bello...tenía tantas ganas de abrazarlo…-besarlo…que ya tenía mi labio rojo de tanto mordérmelo por los nervios…bueno-Pensé
-- ¿ Puedo pasar?---- preguntó, me hice a un lado para dejarle paso.

--Que hermoso apartamento..muy digno de ti…has cambiado…ahora eres toda una mujer…estas hermosa…-- me decía sin mirarme a los ojos.

--Gracias..¿.viniste hasta acá sólo a decirme eso? –le contesté muy agresiva-...Pero...¿Ustedes no llegaban era el 28?-- Le pregunté confusa…

--Si, pero yo tenia que aclarar algunas cosas contigo…por eso me vine antes…

--¿que cosas si se puede saber?....Porque tú lo dejaste claro al no ponerte en contacto conmigo ¿a que viene todo esto ahora, ahh?

--Vicky….no crees tú…que yo soy quien debería estar molesto?...Tú fuiste la que se olvidó de mi…olvidaste todo lo que nos habíamos prometido...no le diste valor a mis palabras...—no lo ejé continuar

--¡!Espera!!! .(Lo detuve)…Discúlpame Saeng...Que pena...pero la única que puede reclamar y reprochar soy yo, tu fuiste el que me dejo de escribir…

---No…No...No mi querida…-me interrumpió-

-- yo si te llamé….pero tu siempre estabas ocupada con tu novio Manolo….No se cómo pudiste Vicky…

--Un momento –dije sobresaltada-

-Parece que no estoy entendiendo Saeng…. ¿Manolo?..Cómo sabes tú de Manolo...que yo sepa nunca te lo mencioné….

--No claro, que lo ibas a hacer querida…esa es la razón por la que me olvidaste ¿no es así?...¿Donde está? ¿Vive acá contigo?...—Preguntó enfadado
Miraba para todos los lados…como esperando que en cualquier momento...Manolo saliese de algún lugar...

---Basta!! –Le dije- El no vive aquí...este es mi apartamento…solo mío…

--Ahhh…Entonces están en esas relaciones modernas…libres…-- dijo irónico.

---Te equivocas…no se de donde has sacados todas esas cosas…no me puedo imaginar quien lo ha podido hacer...pero estas equivocado Saeng...las cosas no son como tu piensas…
-
-Ahh, no? Entonces cómo explicas que cada vez que te llamaba a tu casa tu padre me respondía que estabas con tu novio Manolo…o vas a decirme que tu padre es un mentiroso?—dijo enfadado
-- Saeng….los has tergiversado todo...las cosas no sucedieron así…bueno quizás si…pero no…-
--Como es eso?...Si...pero no…-dijo él con sarcasmo- Por favor Vicky, dale crédito a mi inteligencia la verdad espero una respuesta más satisfactoria de tu parte…
--Saeng, Manolo es un gran amigo…un muy buen amigo…es cierto que nosotros salíamos...pero no en esos términos...era una apariencia…para sus padres...-Veras...Manolo estudió conmigo, él es gay…pero sus padres no lo sabían…él tenia temor de que ellos se enteraran de su condición…porque ellos son muy tradicionales…por eso me pidió el favor de que fingiese ser su novia…y mis padres…como no estaban enterados de mi arreglo con el…también creyeron que nosotros estábamos saliendo….—aclaré sus dudas respecto a Manolo.

--Es que no lo puedo creer...que todo este tiempo yo haya estado engañado…tienes que probarme que eso es cierto...tu no sabes cómo me sentí…cuando llamaba cada noche y tu padre o tu madre me decían que estabas con él…quería matarlo…a él por tenerte...porque tu eras mía…y a ti por olvidarte de mi—dijo resentido
Con cada palabra…cada frase que pronunciaba se iba acercando a mi…en sus ojos se notaba una emoción indescriptible...Dios mi corazón latía desbocado…mi respiración se hacia dificultosa…tragué saliva muy fuerte….Hasta que llego a mi ...me tomó de los brazos…aspiró muy fuerte…es como si hubiese estado conteniendo la respiración todo el tiempo…me miraba muy muy profundo, su mirada oscurecida, titubeante, anhelante…
.
***Vicky…-Susurró mi nombre-…sus brazos me rodearon…me estrecharon muy fuerte…como cuando éramos niños…pero ahora no lo éramos….y yo sentía que mi cuerpo se estremecía por sólo ese contacto…
--Que hermosa eres…Dios...te has convertido en una preciosa, hermosa, deseable mujer….
Mi corazón latía desbocado..Dios..¿qué era todo esto que estaba sintiendo?... tenía que pensar con claridad...tenía que saber que él lo hubiese comprendido todo…..¿Saeng?..Crees en lo que te he dicho?...Crees en mi? -le pregunté llena de dudas- …Sólo eso quiero saber, no quiero seguir adelante si tu no crees en mí.

--Vicky..Vicky…esta bien…te creo...tú nunca has podido mentir...tus ojos te delatan...perdóname ... he sido un estúpido, me dejé cegar por los celos…lo siento Vicky…¿me perdonas?

--Si…claro que si Saeng –dijo ella regocijada-...Esta confusión ha sido mi culpa…debí explicarle a mis padres todo…pero nunca pensé que eso iba a trascender y llegaría hasta tus oídos...tu también perdóname…

--No pasa nada Vicky…ya dejemos eso en el pasado... ¿quieres??---...Saeng me apartó un poco…me miró a la cara y sonrió…

--Abrázame -le pedí- El obedeció-
Sentí sus labios en su pelo, luego bajaron a su mejilla, levanté la boca para recibir su beso— Sentía que vivía y moría al mismo tiempo...Saeng se separó un poco...tomaron aire estaba jadeante…quería más...no fue el beso tímido que Saeng me dio en la infancia..era este el beso de un hombre me quedé abrazada a él, abriendo los labios para recibir su lengua, apretándome contra su fuerte cuerpo…hasta que pude sentir la reacción inconfundible del cuerpo de Saeng, me sentía hambrienta…el deseo nos invadía a los dos..ya no como niños…sino como personas adultas…
--.Vicky…susurraba Saeng...nunca he sentido esto que siento contigo preciosa...dime por favor...que tu te sientes igual que yo-- aguantaba la respiración...ya no tenía por que ocultar las cosas…
Saeng la rodeó con sus brazos…la levantó...y la llevó hasta la habitación…la apoyó sobre la cama…se colocó sobre ella y la besó con pasión… Vicky le enredó los dedos en su cabello y le rodeó las caderas con sus piernas…-las privaciones de todos esos años provocó una pasión que no podían controlar

---Vicky...le agarró una mano a Saeng y la colocó sobre su pecho, echándose hacia delante para besarle su cuello….Saeng…

--Saeng mi amor...ámame…te necesito…--metí la mano por la cintura de los pantalones de Saeng y lo acaricié...Saeng gemía de placer…

--Vicky me estas volviendo loco…--Saeng tomó sus manos…
--Ahora es mi turno-- , en segundos Saeng la despojó de su negligé… bajó la cabeza y tomo un rosado pezón entre sus labios... rodeando con su mano el otro pecho redondo y pleno …suspiré de placer... Saeng succionaba su pecho…sus respiraciones eran frenéticas…la ola de pasión que sentían los dos...era indescriptible..

--Dios.._Pensaba - cómo amo a este hombre-.. Arqueé la espalda…Saeng...bajó de sus pechos hasta el ombligo...desnudo, la cintura...me regocijaba de verlo...que hermoso era...tal como se lo había imaginado...este era Saeng ...su Saeng, vibraba...se estremecía hasta la última fibra de su ser...
Saeng se separó y se termino de desnudar...volvió a su lado…Vicky lo admiraba…Saeng era guapísimo...sus músculos estaban bien definidos y su cuerpo era esbelto….todo un hombre...su hombre.

Me estremeció cuando Saeng volvió a colocarse sobre mí...su excitación me dejó a Vicky asombrada...nunca había visto a un hombre así….Saeng la abrazó y besó suavemente…

Estaba perdida en la magia de los besos de Saeng., Nuestros cuerpos estaban entrelazados, Las manos de Saeng recorrían todo mi cuerpo… pensé que iba a morir de tanto placer

Su mano bajó hasta el centro de mi cuerpo encontrando allí el tesoro que andaba buscando…

Estaba estremecida de placer...ya no aguantaba más.-.mi cuerpo le exigía algo que sólo el podía darme, entrelacé las piernas alrededor de las caderas de Saeng en una invitación explicita….
El me abrazó con fuerza y jadeó cuando lo acaricié íntimamente rodeándolo con sus dedos…
--Dios te amo Vicky…te deseo…--le levantó mis caderas levemente y de manera rápida me penetró, jadeé de dolor-…Saeng sorprendido se detuvo un momento…

--Vicky...mi amor..Tu…no has...no habías…Oh mi amor me haces el hombre mas feliz sobre la tierra...ahora eres solo mía...mía Vicky—dijo contento de saber que él era el primero
. Saeng...retomó sus movimientos lentos y suaves para que me acostumbrara a tenerlo dentro de mi… ya no sentía dolor...lo único que sentía era una espiral enorme de placer que subía por todo el centro de su cuerpo...este era el hombre que amaba...el y nadie mas…

Ambos subimos juntos a esa espiral hasta llegar a la mutua liberación del placer, dos corazones latiendo juntos…uno sobre el otro...Saeng la acariciaba tiernamente. Agitado por toda la pasión que acababan de vivir…y sentía de nuevo esas ganas de estar dentro de ella…sentir su satinada tibieza…estaba asombrado de que Vicky todo este tiempo no hubiese estado con nadie…su alma …su orgullo de hombre se regocijaba de ser el primero y único hombre en la vida de ella…Ahh…cuánto tiempo desperdiciado…la besó… nuevamente…Vicky le respondió con la misma pasión desenfrenada..y volvieron a subir a la cima del éxtasis, donde sólo estaban ellos dos…

Amaneció…era una mañana gloriosa..me removí...sentía un extraño peso sobre mi pecho…miré y vi una mano sujetando posesivamente mi seno…seguí mirando y encontré al dueño de esa mano…Saeng también despierto me miraba sonriente…

--Mi amor...mi Vicky...me has hecho el hombre mas feliz sobre la tierra…te amo preciosa –Dijo él sonriente y satisfecho-. ..

--Te amo Saeng...tu has sido el único para mí...y no me arrepiento de ello….

--Yo lo sé preciosa...y gracias por ese regalo….Tenemos toda una vida por delante y la quiero compartir contigo…Sólo esperaré que pase el concierto...Iremos donde tus padres y yo avisaré a los míos…dentro de 10 días no casamos….quien quita que ya esté un Saengsito en camino…

--Jajajajaj….Dios que locura…Saeng mi amor….te amo...te amo...te amo…


….FIN

miércoles, 19 de octubre de 2011



                                               
                                       AMOR INESPERADO


Hace un mes que me llegó la aceptación como profesora de idiomas en la universidad de Seúl, acababa de licenciarme en esta materia hacía unos seis meses mas o menos, uno de los idiomas era el español mi lengua natal. El español era muy demandado en Corea y fue gracias a este idioma que conseguí el puesto en Seúl.


Quería cambiar de aires, una amiga me dijo que en Corea estaban escasos de profesores de lenguas latinas, a mí me encanta este país sobre todo lo referente a su música y doramas me pasaba horas y horas enfrente del ordenador viéndolos, sobre todo si el protagonista era Lee Min Ho me encantaba este chico ¡tan sexy! , estaba al tanto de los nuevos grupos musicales por supuesto de mi grupo favorito entre otros muchos era ”Super Júnior” aunque la verdad no me acordaba muy bien de sus rostros, eran tantos componentes que me hacía un lío con sus nombres eso sí había varios componentes que lucían un cuerpo de infarto.

Cuando me enteré que había vacantes en esta ciudad paré mi búsqueda y mandé la solicitud con la esperanza que me admitieran en esta universidad y formar parte de ella. Al llegar la notificación me volví loca de contenta pues formaría parte enseñando ingles y español, estas dos materias eran muy solicitadas o eso me dijeron en aquel entonces.

Yo sabía tres idiomas, ingles ,español y coreano, tendría la oportunidad de poner los tres en prácticas , dos en la materia de enseñanza y el tercero para comunicarme, era fantástico pues siempre pensé que el coreano era un idioma muy bello y romántico.

Volví a leer la carta por vigésima vez para comprobar que mi vista no me engañaba, me esperaban en una semana para incorporarme, miré alrededor comprobando mis maletas recién equipadas con mis cosas y listas para partir, volvería para las vacaciones de Navidad para ver a mi familia mientras tanto tendría que conformarme mediante el teléfono o Internet que era el medio más económico por el momento para comunicarme con ellos.

Una semana después…

Acababa de llegar a Seúl allí me esperaban las personas que me llevarían a mi destino, dentro del coche me fueron explicando más o menos como funcionaban las cosas por allí, me dijeron que en mi asignatura me iba a encontrar con gente de todas las edades y estatus social por lo que tendría que tener un poco de paciencia con algunos alumnos de avanzada edad, les contesté que no habría problemas en ese aspecto sabría adaptarme a cualquier situación que me encontrase.

Al llegar me dejaron en el lugar que iba a ser mi residencia durante el tiempo de enseñanza en este país. Abrí la puerta y lo primero que me llamó la atención era lo espacioso que era , nada más pasar me encontré con una especie de pequeña entrada con un zapatero al lado izquierdo de la puerta de entrada, en el suelo un par de zapatillas muy finas de andar por casa de color rosado y a un metro más o menos un pequeño escalón donde separaba la entrada de un magnifico salón comedor, la persona que venía conmigo me explicó que estas casas se llamaban Hanok ,era por costumbre descalzarse allí y ponerse las zapatillas de casa para no dañar el parquet de madera que había como piso pues era muy importante ya que en Corea hace mucho frió en invierno, llegando a los 18 grados.

Así que ellos usan el suelo de madera con calefacción debajo, por lo que todo el suelo de la casa estaba calentito en esa época del año, y eso hice, mi acompañante abrió el zapatero sacando unos para ella (los de repuesto por si tenía visita) era curiosa esa costumbre.

Una vez sola me dispuse a conocer el apartamento, todas las puertas e incluso algunas paredes eran de madera y cristal, también me explicó que antes las gentes de allí cubrían las puertas y paredes con madera y varías capas de papel en vez del cristal que hoy tenían.


Pasé al cuarto de baño aquí también había otro pequeño escalón y dentro unas chanclas para quien entrara se las pusiera, ya que estas chanclas no salían del baño, solía estar el suelo mojado del todo el baño por la ducha sin mampara, eso es lo primero que iba hacer poner una pues lo veía incomodo tenerlo todo húmedo cuando con la mampara solo sería la zona de la ducha.

Seguí mi recorrido esta vez pasé al dormitorio, me explicó la chica que la cama era con una base de piedra y fui a ver si era de verdad levanté un poco el colchón encontrándome con que era cierto o sea que por dentro había una corriente de agua caliente que calentaba toda la piedra. Ummmm curioso dato estaba deseando que llegase ya el invierno para comprobarlo jejejj.

La cocina era más al estilo nuestro con los muebles y aparatos electrónicos y cosas así, el salón comedor era el típico que salía en los doramas con la mesa baja y unos cuantos cojines a su alrededor, a la derecha de la habitación un sofá color marfil con unos cojines haciendo juego a los del suelo, enfrente de este un mueble con el televisor y una pequeña estantería que me vendría muy bien para poner mis libros, miré y no vi ningún cuadro por lo que pondría alguno para darle carácter a la casa, me gustaba el estilo del apartamento no estaba pero que nada mal y encima sería la primera vez que viviese sin la compañía de mis padres, reí feliz por mi independencia solo que los echaría mucho de menos sobre todo a mis padres.

Primer día

levaba unos minutos en mi aula de enseñanza cuando entró mi primer alumno una chica joven mas o menos de mi edad, al poco empezó a llenarse de personas solo faltaba uno por llegar pero sabia que ese día no vendría por lo visto era alguien con el tiempo muy limitado por su trabajo me dijeron que formaba parte del mundo del espectáculo. Todo fue sin problemas incluso algunos de mis alumnos se me acercaron para felicitarme por la clase estaban muy ilusionados por enseñarles el español, eso hizo de esforzarme más para que la próxima fuese entretenida.

Iba cargada de documentos cuando cerré la puerta del aula algo un poco dificultoso por como iba, al girarme para ir a la sala de profesores alguien chocó conmigo esparciendo todo lo que llevaba por el suelo, esa persona siguió su camino sin disculparse por lo que había hecho, eso me llenó de furia me volví para llamar su atención.

--¡Oye tú! – le dije toda enfadada, el se giró pues sabía que lo llamaba a él.
-- ¡Por lo menos ten la educación de ayudarme a recoger lo que tú has tirado! ¿ No te parece?.
Él de mala gana hizo lo que le pedí, me entregó lo que recogió con enfado.
--¡Ten! Me harás llegar tarde, ¡sabes! Voy muy apurado y por tu culpa no llegaré- me dijo,

Mi ira iba en aumento al escuchar sus palabras.

--¡Pero que te has creído que solo tú tienes prisa! ¡Haber llegado antes, así no tendrías que ir apresurado chocando con la gente!-- Si pensaba que porque tenía una cara bonita me iba a callar iba listo, había dado con un hueso duro de roer.

--¡Mira no tengo tiempo para seguir con esto!— me dijo volviéndose siguiendo su camino.

--¡Mocoso mal educado!- dije entre dientes. Él se paró por un momento volviéndose para mirarme, su rostro mostraba lo enfadado que estaba pero lo dejó pasar prosiguió su marcha.

--¡Me oíste eh! Te lo tienes merecido ahhhhh—no podía con las personas engreídas y ese chico me ponía de los nervios, aunque no se porque su cara me sonaba de algo.

Me uní a los demás profesores estaban conversando sobre temas sin importancia, estaba la chica que me acompañó desde el aeropuerto a mi nueva casa, entablamos una conversación animada ella era de mi edad por lo que nuestros intereses eran parecidos me habló que en nuestra universidad había gente famosa por los medios de comunicación incluso cantantes conocidos, dijo que uno de ellos iba a mis clases , yo la dije que entre ellos no me sonaba ninguno , ella me explicó que era un chico joven de un grupo muy famoso en Corea pero que no sabía quien era pues se había inscrito en el último momento, lo que si sabía es que necesitaba perfeccionar el idioma pues pronto harían una gira por los países latinos.

Al llegar a casa me quité los zapatos dejándolos a un lado del zapatero no me apetecía agacharme para guardarlos estaba agotada, dejé mi bolso en el perchero que puse en la entradita y fui directamente al sofá a tumbarme. El día de hoy fue interesante quitando esa pequeña disputa con esa persona espera encontrármelo lo mínimo posible, me exasperaba.

Dormí bien la cama era confortable me estiré para comenzar un nuevo día, me puse unos vaqueros ajustados con una camiseta azul holgada hasta la cintura, debajo de esta tenía otra pegada de color blanco de hombritos que se veía por el escote de la otra camiseta y unas deportivas, cogí un taxi hasta la universidad.

Parada enfrente de la puerta principal veía como pasaban las personas era increíble que yo estuviese trabajando aquí, me sentía muy orgullosa por primera vez en mi vida de haberlo logrado, la verdad es que podía pasar por un universitario más la mayoría de las personas rondaban mi edad pero como todas las había de todas las edades. Un grupito de chicos pasó junto a mí algunos de ellos me miraron evaluándome, uno de ellos iba a mi clase informándoles a los demás quien era yo, volvieron a mirarme unos fascinados y otros con pesar, eso me hizo gracia por lo que me reí por lo bajo.

--¿Qué haces aquí parada, Irma?—dijo Hyori, así e llamaba la chica que me acompañó a casa.
-- Nada, solo observando esto—comenté extendiendo una mano para señalar el lugar.
--Se habla de ti entre los alumnos, dicen que es una pena que seas maestra en vez de estudiante, por lo visto alguno ya te echó el ojo, jjjeje—río Hyori.

--Muy graciosa, venga vamos que si no se nos hará tarde a nosotras y tenemos que dar ejemplo de puntualidad—la cogí por el codo entrando dentro del recinto universitario.

No fui la primera en llegar a clase ya había alguien sentado con la cabeza apoyada en la mesa se le veía cansado.

Lo observé por un momento tenía buena complexión, se notaban sus músculos bajo la camiseta que llevaba, moreno con el pelo un poco revuelto, esa era la moda pues había visto algunos chicos con el mismo peinado”este debía se el chico que me faltó el otro día en clase” pensé, sin verle la cara se veía lindo así en esa posición.

--¡Buenos días!—dije, no podía demorarlo más dejando algunos papeles encima de mi mesa. Él me contestó. Pero había algo en su tono de voz que me resultó conocido lo miré,! Encontrándome con una mirada de oscuros ojos, ¡era el chico del otro día! Sorprendida de verlo ahí, a él le pasó otro tanto al verme ahí parada enfrente suyo.

--¡Tú!—
--¡Tú!—dijimos enfadados los dos al mismo tiempo, no pudimos decir nada más la gente empezó a llenar el aula
El tiempo pasó volando, de vez en cuando miraba al chico en verdad que era guapo lo ví sonreír varias veces mientras hablaba con las otras chicas de la clase, tenía una sonrisa bella al sonreír los extremos de sus labios subían hacía arriba provocando pequeños hoyuelos en sus mejillas haciéndolo todavía más atractivo aun,

Estaba intrigada por lo que busqué su expediente en el fichero de mi mesa, su cara me sonaba un montón, ahora saldría de dudas, lo abrí mientras ellos hacían una traducción que les mandé. Me encontré con su foto con el pelo más largo mi corazón se empezó acelerar mientras leía al darme cuenta de quien era ese chico ¡Choi Siwon! Nada menos que uno de mis chicos preferidos ¿Cómo no me di cuenta antes? Era por eso que su cara me era conocida y encima tuvimos un “fantástico” encuentro los dos, él todavía me miraba con enojo por lo que pasó le hice llegar tarde a su clase y seguro lo amonestaron por ello. Nuestras miradas se encontraron, tuvo que darse cuenta que algo pasó en mí pues me miraba extrañado.

La clase terminó, empecé a recoger mis cosas me dí la vuelta para marcharme cuando le vi apoyado en la pared con los brazos cruzados mirándome fijamente.

--¿Si? ¿Quieres comentarme algo?¿ alguna duda?-- Le pregunté.
--Si. No podré hacer lo que has mandado—dijo tan fresco
--y ¿Por qué? Si se puede saber—otra vez se estaba despertando la ira en mí.
--Tengo ensayo—dijo como si nada
--Ahh, o sea que por eso no lo terminaras—dije con tono suave
--¡Exacto!—dijo con tono burlón.

Cerré los ojos intentando que apaciguar mi cólera al abrirlos lo miré más calmada. A él le gustaba ponerme a prueba pues apareció una sonrisa burlona en su cara.

--¡Tú veras como te las arreglas pero quiero el trabajo terminado mañana nada más entrar!- le dije conteniéndome.

Él se separó de la pared acercándose poco a poco a mí, retrocedí unos pasos hasta chocar con la mesa detrás de mí, Siwon se inclinó hasta poner sus manos en la mesa dejándome atrapada entre ella y él, lo tenía tan cerca que podía ver las pupilas de sus oscuros ojos.

--¿Sabes? No creí que mi profesora fuese tan joven y autoritaria, mi trabajo requiere mucho tiempo, cosa que en este momento me falta para hacer tu trabajo—dijo acercándose un poco más, el corazón se me iba a salir del pecho, en este momento no pensé en él como mi alumno ni como el ídolo que era sino como un hombre al que deseaba besar, me atraía enormemente ¿Qué me estaba pasando? Su cercanía me estaba afectando y eso no era ético entre profesor y alumno.

--Entonces…. – intente decir procurando que la voz me sonara natural.
--Entonces deberás tomar clases extras en cuanto tengas algo de tiempo—le dije
--Ah si, y ¿a quien encuentro yo que sepa este idioma? Ehh—me dijo enfadado
-- Eso no es mi problema—contesté

--Nooo, ¿segura?, pues bien si quieres que lo haga me tendrás que ayudar tú—me dijo algo más calmado pero seguía atrapada cosa que a mí me estaba poniendo cada vez más nerviosa.

--¡Qué!—exclamé creo que no entendí bien lo que dijo.

-- Lo que has oído—sus ojos se posaron en mis labios por un breve instante, quedándonos en silencio creí que me iba a besar pero justo en ese momento se separó de mí un poco aturdido, a él no le era indiferente como creía aparentar eso me animó un poco.

--De acuerdo, dos horas los sábados por la mañana tú pones la hora—le dí la dirección donde vivía.
--De acuerdo—dijo desapareciendo por la puerta. Me senté un poco estaba afectada por lo que pasó.

-- Solo me faltaba esto, sentirme atraída por uno de mis alumnos y tener que conocerlo personalmente en estas circunstancias, precisamente a él—dije, volví a preguntarme lo mismo ¿ como no me di cuenta antes de quien era? Si cuando lo veía bailar o cantar me derretía, ahora sería peor estaba totalmente atraída por él, por su persona no por lo que fuese.

Los días pasaron sin contratiempos, él venia cada mañana hacía lo que podía por lo menos se esforzaba por aprender, eso me gustaba en una persona. Una de las veces lo miré sin riesgo de que me pillara mirándolo estaba concentrado en lo que estaba haciendo, mordí el bolígrafo como un acto reflejo.

Siwon levantó la cabeza encontrando su mirada con la mía, se burló de mí sacándome la lengua sin que lo vieran nadie, me dejó sorprendida por ese acto cosa que me hizo reír e intenté ocultarlo pero a él no se le escapó ni un detalle, sonrió mostrando sus simpáticos hoyuelos.
Le hice gestos para que volviera a lo que estaba haciendo y no se distrajese más, al acabar las clases volvió a esperar hasta que todos hubiesen salido del aula para acercarse a mí.
--Tienes una bonita sonrisa—se acercó a mí, cogió el distintivo con mi apellido de encima de mi escritorio y lo leyó.
--¿Cuál es tú nombre?—me miró a los ojos
--Irma —contesté
-- Bonito nombre-- dijo se dio la vuelta saliendo por la puerta.
Cada vez me intrigaba más, no sabía como actuar con él unos días no se le podía ni mirar y otros como hoy…!Dios! me iba a dar algo.
Llegó el fin de semana, me levanté y lo primero que hice fue asomarme por la ventana a ver que tiempo hacía, dentro de una hora lo tendría de nuevo en mi casa. Comencé a vestirme con unos vaqueros cortos y una camiseta ajustada, iba descalza sin zapatillas me encanta sentir el suelo bajo mis pies, me pinté las uñas de los pies en un tono rosado casi transparente, se veían bonitas moví los dedos para airear la pintura y secarse antes.
Sonó el timbre, toda nerviosa fui abrir sabía que era él, estaba apoyado en el marco ¡Qué alto era! No me había fijado hasta ahora de ese detalle, su camisa se le pegaba al pecho a la perfección haciendo que tragara saliva. Decían que del odio al amor solo era un paso ¡y que verdad era! Esto que sentía por él no podía ser solo atracción, tenía que ser algo más.

--¿Puedo pasar?—me preguntó dudando como no me aparté ni lo invité a pasar.
--Si, entra lo siento—le ofrecí unas zapatillas pero él las rechazó.
--Si no te importa prefiero estar descalzo como tú—dijo señalando mis pies.
--Ahh, vale como quieras – dije.

Siwon tenía pies elegantes y finos, ahora me daba por fijarme en sus pies ¡hasta donde podía llegar! Esto iba cada vez peor tenía que serenarme un poco acababa de llegar y no sabría como acabaría en estas dos horas que estaríamos juntos.
Le invité a que se sentase en unos de los cojines del comedor pues ya lo tenía todo preparado encima de la mesita.
--¿Trajiste tus apuntes?—le pregunté mirándole directamente a los ojos.
-- Por supuesto—sacando algo de su mochila que no vi hasta este preciso momento.
-- muy bien pues dime, ¿que es lo que peor se te da? – dije
-- El significado de algunas palabras me confunden pues unas veces dicen una cosa y en otra s ocasiones otras-
-- Bueno es lo que tiene las palabras semánticas –le explique lo que significaba para que él lo pudiese entender.

Solo faltaba una media hora para que acabase, el tiempo pasó volando junto a él, Siwon se aplicó para entenderlo mejor, lo miré mientras él estaba traduciendo un texto que le di hoy se le veía más jovial que cuando iba a clase no poseía esa tensión que a veces lo hacía saltar por cualquier cosa.

Su pelo me tentaba acariciarlo, imaginándome con los ojos cerrados como mis manos se perdían entre esa mata de pelo castaño oscuro casi negro.

--¡Ey! ¿Soy tan aburrido que hasta te duermes en mi presencia?—me dijo

¡Que vergüenza! Me había pillado, me ruboricé al instante no sabía que decirle en estos momentos. Me atreví a mirarle a los ojos en ellos encontré algo de burla como si supiese lo que estaba pasando por mi mente es esos instantes.

-- ¿Y ahora te ruborizas? Me pregunto en quien estabas pensando hace unos minutos para ponerte tan colorada o mejor… ¿que es lo que estaba pasando por tu mente?—se burló de mí acercándose con su cojín en un leve movimiento.

--Nada que a ti te importe – logré decir sin que me fallase la voz.
--¡OH!, estabas pensando en mí— se acercó un poco más.

--¡No!, deja de preguntarme algo que no te interesa y concéntrate en esto—di un golpecito a sus apuntes, me estaba poniendo nerviosa no quería delatarme bastante tenía con tener a raya mis sentimientos por él para que ahora en un simple jueguecito de palabras me descubriese.

Se aproximó lo suficiente para que nuestros brazos se rozasen, me aparté un poco sintiendo una pequeña descarga de calor en mí, él se giró un poco inclinándose para decirme bajito al oído:

--Tú también lo sientes ¿verdad?- sus labios rozaron mi oreja mientras hablaba.

Esa pequeña descarga se convirtió en una oleada de sensaciones lo tenía pegado a mí solo girando un poco la cabeza y lo estaría besando, dejando aparte el echo que Siwon era mi alumno y yo su profesora.

Recobré un poco de cordura separándome de él.

--No se de que me hablas – evité mirarlo sino sabría la verdad
--Mentirosa, sabes perfectamente lo que te estoy diciendo—me cogió del brazo obligándome a mirarlo.

No pude reaccionar a tiempo cuando ya tenía sus labios sobre los míos, todo me daba vueltas solo era consciente de él y de sus brazos alrededor mío, el beso se hizo más profundo a medida que pasaba el tiempo.

Mi cuerpo reclamaba más pero no podía continuar con esto, Siwon era mi alumno y eso estaba mal visto aquí en Corea
Le di un pequeño empujón separándome de él, me puse de pie y fui a la cocina a beber agua dándome así un poco de tiempo para recuperar mi auto control, tenía que parar esto Siwon era una persona famosa y estaba acostumbrado a que las chicas cayesen rendidas a sus pies, probablemente él me veía como un reto o algo así y eso no lo iba a consentir, no dejaría que jugase con mis sentimientos por más deseos que tuviese de estar con él.

Siwon se apoyó en el marco de la puerta de la cocina mirándome, supongo que estaría extrañado en la forma en la que lo dejé plantado hace un momento, tenía que enfrentarme a él sin que me notase nada, me volví.

--Vamos, queda poco tiempo y tenemos que terminar con esa traducción— dije Pasé al lado suyo rozándole pues era imposible no hacerlo desde donde esta apoyado.

Él atrapó mi brazo haciendo que me parase me di la vuelta mirándolo fingiendo estar enojada.

--¡Dime que no sentiste nada! Sé que te sientes atraída por mí ¿Por qué te comportas así? ¿Como si nada hubiese pasado?—dijo un poco enfadado.
--Es que nada ha pasado, el que me besó fuiste tú, no yo además es normal que la gente se sienta atraída por un chico guapo y famoso como tú.
-- No eres así, lo sé, no quieras aparentar lo que no eres—dijo enfadado.
Pasó por mi lado recogiendo sus cosas, antes de irse se volvió mirándome fijamente.
--De todas formas esto no se queda así, descubriré lo que sientes por mí –
--¿Qué te importa lo que yo sienta? eso es problema mío- le contesté molesta.

No quería tener problemas en el trabajo por un chico, si al menos no fuese a la misma universidad que yo no tendría motivos para rechazarlo sino todo lo contrarío sería la mujer más feliz del mundo el estar en sus brazos, lamentándome por ese hecho.

Pasaron dos semanas sin que apareciera por la clase me dijeron que estaban de gira por Japón. ¿Por qué no me lo dijo? desde ese día no volvió a decirme nada que no fuese relativo al estudio. Lo echaba de menos lo primero que hacía nada más llegar era mirar por si estaba, mi corazón dolía por su ausencia.

El tiempo pasó, hacía un mes y medio que no lo veía me hice a la idea de que él no volvería, me enteré que habían llegado a Corea algo más de una semana por lo que tuvo tiempo de haber asistido a clase.

Siwon casi dominaba el idioma, él era un alumno aventajado me di cuenta en las pocas clases que le daba los sábados por la mañana lo mismo para él con eso era suficiente.
Como todos los días me reuní con mis compañeros en la sala de profesores, lee young uno de los más jóvenes se acercó a mí entregándome un café le se lo agradecí.

--Irma ¿Tienes un momento?—me preguntó yo asentí con la cabeza, me pilló dándole un sorbo al café.

Me llevó fuera de la sala me apoyé en la pared Lee se puso enfrente de mí preguntándome que es lo que haría el fin de semana si me gustaría acompañarlo al cine o tomar una copa por ahí, le iba a contestar cuando un murmullo de gente distrajo mi atención me giré un poco a ver lo que pasaba, Siwon estaba a unos pasos de mí me olvidé de lo que me acababa de preguntar el otro profesor solo estaba él en mi cabeza, me alegré de verlo otra vez ¡Cuánto lo eché de menos!.

Lee Young volvió a repetirme la pregunta al ver que no le respondía por lo que Siwon tuvo que oírlo perfectamente, me miraba con gesto enfadado e irónico ¿Qué le pasaba? ¿No se alegraba de verme como yo a él?.

Pasó por mi lado sin decirme nada ignorándome, un nudo se fue formando en mi estómago, tenía ganas de llorar tuve que serenarme para que Lee no me lo notase le dije que más tarde se lo diría pues no sabía si tenía algún compromiso en ese momento no podía pensar en nada que no fuese él, Lee se quedó conforme lo llamaron y volvió a entrar a la sala, como quedaba poco para la siguiente clase de Ingles fui a prepararla.

Pasé sin fijarme en nada solo quería que terminase pronto para irme a casa.

--Veo que no has perdido el tiempo— dijo una voz conocida, miré en la dirección de donde provenía.

Siwon estaba sentado con cara de pocos amigos casi mirándome con odio, eso me dolió.
--¿Qué quieres decir con eso?—fingiendo estar bien.
--Por eso no querías nada conmigo ¿verdad? Estabas con él – me miró con desdén y odio, sus palabras se me clavaban como dagas en el pecho iba a contestarle cuando la clase se empezó a llenar.

Se me hizo eterna de vez en cuando lo miraba pero él me ignoró coqueteando con sus compañeras al terminar antes de que se fuese lo llamé tenía que aclarar todo no lo podía dejar así aún a riesgo de perder mi trabajo y de que él no sintiese nada por mí, tenía que jugar con la última carta para poder recuperarlo si es que alguna vez yo le gusté.

Él se paró en seco se volvió esperando a que hablase, estaba muy serio lo que por un momento me eché atrás.
--Tenemos que hablar—le dije
--Creo que está todo dicho—me contestó
--No por parte mía, aquí no podemos hablar ¿tienes tiempo?--Él afirmó con la cabeza.
--Entonces sígueme—salí del aula.

Lo llevé a la parte de atrás del edificio ahí había una habitación donde se guardaban las cosas que no se utilizaban, por lo general allí no iba nadie todo estaba cubierto por una capa de polvo.
--Entra – me hice a un lado para que él entrase, cerré la puerta por si alguien nos veía no quería tener problemas.
--Y bien que quieres—me dijo cruzándose de brazos, ese movimiento hizo que su camisa entre abierta se ahuecase un poco dejando ver una porción de piel lisa y bronceada.

Tragué saliva un poco incomoda y nerviosa Siwon se dio cuenta acercándose despacio a mí.
--¿Es esto lo que quieres?—se desabrochó otro botón de la camisa
-- Estamos solos, nadie te verá ¿no es eso? – dijo irónico él seguía acercándose, yo retrocedí.
--¡No! Te equivocas quería preguntarte el porque te comportas así conmigo, si es por lo que viste hace rato quiero decirte que entre él y yo no hay nada nunca hubo nada sol..—me cortó él
--Entonces ¿por que me rechazaste? ¿Estas jugando conmigo? Te comportas indiferente, me rechazas ahora te sientes molesta por que te vi con ese? Y no te hice caso ..
Levanté la mano tapándole la boca para que no siguiera si esto seguía así terminarían peor y eso no era lo que quería.
--No me cortes ni supongas cosas que no son, para mí es difícil decirte esto por lo que mantente callado ¿OK?- le dije quitando la mano.

--Yo… --
--Estoy enamorada de ti desde hace tiempo pero no podía dejar que esto pasara, por lo que me lo estuve negando a mí misma haciendo la única cosa que podía, ignorarte, tratándote como lo que eres mi alumno, aunque tengamos la misma edad tu sabes que me echarían de aquí si se supiese que salimos aquí esta mal visto y me gusta esto, la enseñanza, tu país. Entonces ¿Qué debería haber echo? Cuando ni sé, si tú ibas en serio o solo te divertías como si otra más se tratase—

No me dí cuenta de que estaba llorando hasta que él levantó su mano secándome el rostro con los dedos después me abrazó rozando su mejilla con la mía .

--¡Tonta! ¿ no ves que estoy loco por ti?, cuando te vi con ese sonriéndole me entraron ganas de pegarlo—se separó un poco mirándome a los ojos.

-- Cuando me rechazaste ese día, ya no estaba seguro de mí y me prometí hacerte ver lo importante que soy para ti…
No lo dejé seguir, lo besé abrazándome a su cuello metiendo mis manos en su pelo como tantas veces soñé, sentí como se apretaba contra mí profundizando el beso. lo siguiente que noté es que estábamos tumbados sobre las polvorientas colchonetas del gimnasio sin nada de ropa que nos estorbase y rogando que nadie se le ocurriese pasar por allí



fin