miércoles, 19 de octubre de 2011



                                               
                                       AMOR INESPERADO


Hace un mes que me llegó la aceptación como profesora de idiomas en la universidad de Seúl, acababa de licenciarme en esta materia hacía unos seis meses mas o menos, uno de los idiomas era el español mi lengua natal. El español era muy demandado en Corea y fue gracias a este idioma que conseguí el puesto en Seúl.


Quería cambiar de aires, una amiga me dijo que en Corea estaban escasos de profesores de lenguas latinas, a mí me encanta este país sobre todo lo referente a su música y doramas me pasaba horas y horas enfrente del ordenador viéndolos, sobre todo si el protagonista era Lee Min Ho me encantaba este chico ¡tan sexy! , estaba al tanto de los nuevos grupos musicales por supuesto de mi grupo favorito entre otros muchos era ”Super Júnior” aunque la verdad no me acordaba muy bien de sus rostros, eran tantos componentes que me hacía un lío con sus nombres eso sí había varios componentes que lucían un cuerpo de infarto.

Cuando me enteré que había vacantes en esta ciudad paré mi búsqueda y mandé la solicitud con la esperanza que me admitieran en esta universidad y formar parte de ella. Al llegar la notificación me volví loca de contenta pues formaría parte enseñando ingles y español, estas dos materias eran muy solicitadas o eso me dijeron en aquel entonces.

Yo sabía tres idiomas, ingles ,español y coreano, tendría la oportunidad de poner los tres en prácticas , dos en la materia de enseñanza y el tercero para comunicarme, era fantástico pues siempre pensé que el coreano era un idioma muy bello y romántico.

Volví a leer la carta por vigésima vez para comprobar que mi vista no me engañaba, me esperaban en una semana para incorporarme, miré alrededor comprobando mis maletas recién equipadas con mis cosas y listas para partir, volvería para las vacaciones de Navidad para ver a mi familia mientras tanto tendría que conformarme mediante el teléfono o Internet que era el medio más económico por el momento para comunicarme con ellos.

Una semana después…

Acababa de llegar a Seúl allí me esperaban las personas que me llevarían a mi destino, dentro del coche me fueron explicando más o menos como funcionaban las cosas por allí, me dijeron que en mi asignatura me iba a encontrar con gente de todas las edades y estatus social por lo que tendría que tener un poco de paciencia con algunos alumnos de avanzada edad, les contesté que no habría problemas en ese aspecto sabría adaptarme a cualquier situación que me encontrase.

Al llegar me dejaron en el lugar que iba a ser mi residencia durante el tiempo de enseñanza en este país. Abrí la puerta y lo primero que me llamó la atención era lo espacioso que era , nada más pasar me encontré con una especie de pequeña entrada con un zapatero al lado izquierdo de la puerta de entrada, en el suelo un par de zapatillas muy finas de andar por casa de color rosado y a un metro más o menos un pequeño escalón donde separaba la entrada de un magnifico salón comedor, la persona que venía conmigo me explicó que estas casas se llamaban Hanok ,era por costumbre descalzarse allí y ponerse las zapatillas de casa para no dañar el parquet de madera que había como piso pues era muy importante ya que en Corea hace mucho frió en invierno, llegando a los 18 grados.

Así que ellos usan el suelo de madera con calefacción debajo, por lo que todo el suelo de la casa estaba calentito en esa época del año, y eso hice, mi acompañante abrió el zapatero sacando unos para ella (los de repuesto por si tenía visita) era curiosa esa costumbre.

Una vez sola me dispuse a conocer el apartamento, todas las puertas e incluso algunas paredes eran de madera y cristal, también me explicó que antes las gentes de allí cubrían las puertas y paredes con madera y varías capas de papel en vez del cristal que hoy tenían.


Pasé al cuarto de baño aquí también había otro pequeño escalón y dentro unas chanclas para quien entrara se las pusiera, ya que estas chanclas no salían del baño, solía estar el suelo mojado del todo el baño por la ducha sin mampara, eso es lo primero que iba hacer poner una pues lo veía incomodo tenerlo todo húmedo cuando con la mampara solo sería la zona de la ducha.

Seguí mi recorrido esta vez pasé al dormitorio, me explicó la chica que la cama era con una base de piedra y fui a ver si era de verdad levanté un poco el colchón encontrándome con que era cierto o sea que por dentro había una corriente de agua caliente que calentaba toda la piedra. Ummmm curioso dato estaba deseando que llegase ya el invierno para comprobarlo jejejj.

La cocina era más al estilo nuestro con los muebles y aparatos electrónicos y cosas así, el salón comedor era el típico que salía en los doramas con la mesa baja y unos cuantos cojines a su alrededor, a la derecha de la habitación un sofá color marfil con unos cojines haciendo juego a los del suelo, enfrente de este un mueble con el televisor y una pequeña estantería que me vendría muy bien para poner mis libros, miré y no vi ningún cuadro por lo que pondría alguno para darle carácter a la casa, me gustaba el estilo del apartamento no estaba pero que nada mal y encima sería la primera vez que viviese sin la compañía de mis padres, reí feliz por mi independencia solo que los echaría mucho de menos sobre todo a mis padres.

Primer día

levaba unos minutos en mi aula de enseñanza cuando entró mi primer alumno una chica joven mas o menos de mi edad, al poco empezó a llenarse de personas solo faltaba uno por llegar pero sabia que ese día no vendría por lo visto era alguien con el tiempo muy limitado por su trabajo me dijeron que formaba parte del mundo del espectáculo. Todo fue sin problemas incluso algunos de mis alumnos se me acercaron para felicitarme por la clase estaban muy ilusionados por enseñarles el español, eso hizo de esforzarme más para que la próxima fuese entretenida.

Iba cargada de documentos cuando cerré la puerta del aula algo un poco dificultoso por como iba, al girarme para ir a la sala de profesores alguien chocó conmigo esparciendo todo lo que llevaba por el suelo, esa persona siguió su camino sin disculparse por lo que había hecho, eso me llenó de furia me volví para llamar su atención.

--¡Oye tú! – le dije toda enfadada, el se giró pues sabía que lo llamaba a él.
-- ¡Por lo menos ten la educación de ayudarme a recoger lo que tú has tirado! ¿ No te parece?.
Él de mala gana hizo lo que le pedí, me entregó lo que recogió con enfado.
--¡Ten! Me harás llegar tarde, ¡sabes! Voy muy apurado y por tu culpa no llegaré- me dijo,

Mi ira iba en aumento al escuchar sus palabras.

--¡Pero que te has creído que solo tú tienes prisa! ¡Haber llegado antes, así no tendrías que ir apresurado chocando con la gente!-- Si pensaba que porque tenía una cara bonita me iba a callar iba listo, había dado con un hueso duro de roer.

--¡Mira no tengo tiempo para seguir con esto!— me dijo volviéndose siguiendo su camino.

--¡Mocoso mal educado!- dije entre dientes. Él se paró por un momento volviéndose para mirarme, su rostro mostraba lo enfadado que estaba pero lo dejó pasar prosiguió su marcha.

--¡Me oíste eh! Te lo tienes merecido ahhhhh—no podía con las personas engreídas y ese chico me ponía de los nervios, aunque no se porque su cara me sonaba de algo.

Me uní a los demás profesores estaban conversando sobre temas sin importancia, estaba la chica que me acompañó desde el aeropuerto a mi nueva casa, entablamos una conversación animada ella era de mi edad por lo que nuestros intereses eran parecidos me habló que en nuestra universidad había gente famosa por los medios de comunicación incluso cantantes conocidos, dijo que uno de ellos iba a mis clases , yo la dije que entre ellos no me sonaba ninguno , ella me explicó que era un chico joven de un grupo muy famoso en Corea pero que no sabía quien era pues se había inscrito en el último momento, lo que si sabía es que necesitaba perfeccionar el idioma pues pronto harían una gira por los países latinos.

Al llegar a casa me quité los zapatos dejándolos a un lado del zapatero no me apetecía agacharme para guardarlos estaba agotada, dejé mi bolso en el perchero que puse en la entradita y fui directamente al sofá a tumbarme. El día de hoy fue interesante quitando esa pequeña disputa con esa persona espera encontrármelo lo mínimo posible, me exasperaba.

Dormí bien la cama era confortable me estiré para comenzar un nuevo día, me puse unos vaqueros ajustados con una camiseta azul holgada hasta la cintura, debajo de esta tenía otra pegada de color blanco de hombritos que se veía por el escote de la otra camiseta y unas deportivas, cogí un taxi hasta la universidad.

Parada enfrente de la puerta principal veía como pasaban las personas era increíble que yo estuviese trabajando aquí, me sentía muy orgullosa por primera vez en mi vida de haberlo logrado, la verdad es que podía pasar por un universitario más la mayoría de las personas rondaban mi edad pero como todas las había de todas las edades. Un grupito de chicos pasó junto a mí algunos de ellos me miraron evaluándome, uno de ellos iba a mi clase informándoles a los demás quien era yo, volvieron a mirarme unos fascinados y otros con pesar, eso me hizo gracia por lo que me reí por lo bajo.

--¿Qué haces aquí parada, Irma?—dijo Hyori, así e llamaba la chica que me acompañó a casa.
-- Nada, solo observando esto—comenté extendiendo una mano para señalar el lugar.
--Se habla de ti entre los alumnos, dicen que es una pena que seas maestra en vez de estudiante, por lo visto alguno ya te echó el ojo, jjjeje—río Hyori.

--Muy graciosa, venga vamos que si no se nos hará tarde a nosotras y tenemos que dar ejemplo de puntualidad—la cogí por el codo entrando dentro del recinto universitario.

No fui la primera en llegar a clase ya había alguien sentado con la cabeza apoyada en la mesa se le veía cansado.

Lo observé por un momento tenía buena complexión, se notaban sus músculos bajo la camiseta que llevaba, moreno con el pelo un poco revuelto, esa era la moda pues había visto algunos chicos con el mismo peinado”este debía se el chico que me faltó el otro día en clase” pensé, sin verle la cara se veía lindo así en esa posición.

--¡Buenos días!—dije, no podía demorarlo más dejando algunos papeles encima de mi mesa. Él me contestó. Pero había algo en su tono de voz que me resultó conocido lo miré,! Encontrándome con una mirada de oscuros ojos, ¡era el chico del otro día! Sorprendida de verlo ahí, a él le pasó otro tanto al verme ahí parada enfrente suyo.

--¡Tú!—
--¡Tú!—dijimos enfadados los dos al mismo tiempo, no pudimos decir nada más la gente empezó a llenar el aula
El tiempo pasó volando, de vez en cuando miraba al chico en verdad que era guapo lo ví sonreír varias veces mientras hablaba con las otras chicas de la clase, tenía una sonrisa bella al sonreír los extremos de sus labios subían hacía arriba provocando pequeños hoyuelos en sus mejillas haciéndolo todavía más atractivo aun,

Estaba intrigada por lo que busqué su expediente en el fichero de mi mesa, su cara me sonaba un montón, ahora saldría de dudas, lo abrí mientras ellos hacían una traducción que les mandé. Me encontré con su foto con el pelo más largo mi corazón se empezó acelerar mientras leía al darme cuenta de quien era ese chico ¡Choi Siwon! Nada menos que uno de mis chicos preferidos ¿Cómo no me di cuenta antes? Era por eso que su cara me era conocida y encima tuvimos un “fantástico” encuentro los dos, él todavía me miraba con enojo por lo que pasó le hice llegar tarde a su clase y seguro lo amonestaron por ello. Nuestras miradas se encontraron, tuvo que darse cuenta que algo pasó en mí pues me miraba extrañado.

La clase terminó, empecé a recoger mis cosas me dí la vuelta para marcharme cuando le vi apoyado en la pared con los brazos cruzados mirándome fijamente.

--¿Si? ¿Quieres comentarme algo?¿ alguna duda?-- Le pregunté.
--Si. No podré hacer lo que has mandado—dijo tan fresco
--y ¿Por qué? Si se puede saber—otra vez se estaba despertando la ira en mí.
--Tengo ensayo—dijo como si nada
--Ahh, o sea que por eso no lo terminaras—dije con tono suave
--¡Exacto!—dijo con tono burlón.

Cerré los ojos intentando que apaciguar mi cólera al abrirlos lo miré más calmada. A él le gustaba ponerme a prueba pues apareció una sonrisa burlona en su cara.

--¡Tú veras como te las arreglas pero quiero el trabajo terminado mañana nada más entrar!- le dije conteniéndome.

Él se separó de la pared acercándose poco a poco a mí, retrocedí unos pasos hasta chocar con la mesa detrás de mí, Siwon se inclinó hasta poner sus manos en la mesa dejándome atrapada entre ella y él, lo tenía tan cerca que podía ver las pupilas de sus oscuros ojos.

--¿Sabes? No creí que mi profesora fuese tan joven y autoritaria, mi trabajo requiere mucho tiempo, cosa que en este momento me falta para hacer tu trabajo—dijo acercándose un poco más, el corazón se me iba a salir del pecho, en este momento no pensé en él como mi alumno ni como el ídolo que era sino como un hombre al que deseaba besar, me atraía enormemente ¿Qué me estaba pasando? Su cercanía me estaba afectando y eso no era ético entre profesor y alumno.

--Entonces…. – intente decir procurando que la voz me sonara natural.
--Entonces deberás tomar clases extras en cuanto tengas algo de tiempo—le dije
--Ah si, y ¿a quien encuentro yo que sepa este idioma? Ehh—me dijo enfadado
-- Eso no es mi problema—contesté

--Nooo, ¿segura?, pues bien si quieres que lo haga me tendrás que ayudar tú—me dijo algo más calmado pero seguía atrapada cosa que a mí me estaba poniendo cada vez más nerviosa.

--¡Qué!—exclamé creo que no entendí bien lo que dijo.

-- Lo que has oído—sus ojos se posaron en mis labios por un breve instante, quedándonos en silencio creí que me iba a besar pero justo en ese momento se separó de mí un poco aturdido, a él no le era indiferente como creía aparentar eso me animó un poco.

--De acuerdo, dos horas los sábados por la mañana tú pones la hora—le dí la dirección donde vivía.
--De acuerdo—dijo desapareciendo por la puerta. Me senté un poco estaba afectada por lo que pasó.

-- Solo me faltaba esto, sentirme atraída por uno de mis alumnos y tener que conocerlo personalmente en estas circunstancias, precisamente a él—dije, volví a preguntarme lo mismo ¿ como no me di cuenta antes de quien era? Si cuando lo veía bailar o cantar me derretía, ahora sería peor estaba totalmente atraída por él, por su persona no por lo que fuese.

Los días pasaron sin contratiempos, él venia cada mañana hacía lo que podía por lo menos se esforzaba por aprender, eso me gustaba en una persona. Una de las veces lo miré sin riesgo de que me pillara mirándolo estaba concentrado en lo que estaba haciendo, mordí el bolígrafo como un acto reflejo.

Siwon levantó la cabeza encontrando su mirada con la mía, se burló de mí sacándome la lengua sin que lo vieran nadie, me dejó sorprendida por ese acto cosa que me hizo reír e intenté ocultarlo pero a él no se le escapó ni un detalle, sonrió mostrando sus simpáticos hoyuelos.
Le hice gestos para que volviera a lo que estaba haciendo y no se distrajese más, al acabar las clases volvió a esperar hasta que todos hubiesen salido del aula para acercarse a mí.
--Tienes una bonita sonrisa—se acercó a mí, cogió el distintivo con mi apellido de encima de mi escritorio y lo leyó.
--¿Cuál es tú nombre?—me miró a los ojos
--Irma —contesté
-- Bonito nombre-- dijo se dio la vuelta saliendo por la puerta.
Cada vez me intrigaba más, no sabía como actuar con él unos días no se le podía ni mirar y otros como hoy…!Dios! me iba a dar algo.
Llegó el fin de semana, me levanté y lo primero que hice fue asomarme por la ventana a ver que tiempo hacía, dentro de una hora lo tendría de nuevo en mi casa. Comencé a vestirme con unos vaqueros cortos y una camiseta ajustada, iba descalza sin zapatillas me encanta sentir el suelo bajo mis pies, me pinté las uñas de los pies en un tono rosado casi transparente, se veían bonitas moví los dedos para airear la pintura y secarse antes.
Sonó el timbre, toda nerviosa fui abrir sabía que era él, estaba apoyado en el marco ¡Qué alto era! No me había fijado hasta ahora de ese detalle, su camisa se le pegaba al pecho a la perfección haciendo que tragara saliva. Decían que del odio al amor solo era un paso ¡y que verdad era! Esto que sentía por él no podía ser solo atracción, tenía que ser algo más.

--¿Puedo pasar?—me preguntó dudando como no me aparté ni lo invité a pasar.
--Si, entra lo siento—le ofrecí unas zapatillas pero él las rechazó.
--Si no te importa prefiero estar descalzo como tú—dijo señalando mis pies.
--Ahh, vale como quieras – dije.

Siwon tenía pies elegantes y finos, ahora me daba por fijarme en sus pies ¡hasta donde podía llegar! Esto iba cada vez peor tenía que serenarme un poco acababa de llegar y no sabría como acabaría en estas dos horas que estaríamos juntos.
Le invité a que se sentase en unos de los cojines del comedor pues ya lo tenía todo preparado encima de la mesita.
--¿Trajiste tus apuntes?—le pregunté mirándole directamente a los ojos.
-- Por supuesto—sacando algo de su mochila que no vi hasta este preciso momento.
-- muy bien pues dime, ¿que es lo que peor se te da? – dije
-- El significado de algunas palabras me confunden pues unas veces dicen una cosa y en otra s ocasiones otras-
-- Bueno es lo que tiene las palabras semánticas –le explique lo que significaba para que él lo pudiese entender.

Solo faltaba una media hora para que acabase, el tiempo pasó volando junto a él, Siwon se aplicó para entenderlo mejor, lo miré mientras él estaba traduciendo un texto que le di hoy se le veía más jovial que cuando iba a clase no poseía esa tensión que a veces lo hacía saltar por cualquier cosa.

Su pelo me tentaba acariciarlo, imaginándome con los ojos cerrados como mis manos se perdían entre esa mata de pelo castaño oscuro casi negro.

--¡Ey! ¿Soy tan aburrido que hasta te duermes en mi presencia?—me dijo

¡Que vergüenza! Me había pillado, me ruboricé al instante no sabía que decirle en estos momentos. Me atreví a mirarle a los ojos en ellos encontré algo de burla como si supiese lo que estaba pasando por mi mente es esos instantes.

-- ¿Y ahora te ruborizas? Me pregunto en quien estabas pensando hace unos minutos para ponerte tan colorada o mejor… ¿que es lo que estaba pasando por tu mente?—se burló de mí acercándose con su cojín en un leve movimiento.

--Nada que a ti te importe – logré decir sin que me fallase la voz.
--¡OH!, estabas pensando en mí— se acercó un poco más.

--¡No!, deja de preguntarme algo que no te interesa y concéntrate en esto—di un golpecito a sus apuntes, me estaba poniendo nerviosa no quería delatarme bastante tenía con tener a raya mis sentimientos por él para que ahora en un simple jueguecito de palabras me descubriese.

Se aproximó lo suficiente para que nuestros brazos se rozasen, me aparté un poco sintiendo una pequeña descarga de calor en mí, él se giró un poco inclinándose para decirme bajito al oído:

--Tú también lo sientes ¿verdad?- sus labios rozaron mi oreja mientras hablaba.

Esa pequeña descarga se convirtió en una oleada de sensaciones lo tenía pegado a mí solo girando un poco la cabeza y lo estaría besando, dejando aparte el echo que Siwon era mi alumno y yo su profesora.

Recobré un poco de cordura separándome de él.

--No se de que me hablas – evité mirarlo sino sabría la verdad
--Mentirosa, sabes perfectamente lo que te estoy diciendo—me cogió del brazo obligándome a mirarlo.

No pude reaccionar a tiempo cuando ya tenía sus labios sobre los míos, todo me daba vueltas solo era consciente de él y de sus brazos alrededor mío, el beso se hizo más profundo a medida que pasaba el tiempo.

Mi cuerpo reclamaba más pero no podía continuar con esto, Siwon era mi alumno y eso estaba mal visto aquí en Corea
Le di un pequeño empujón separándome de él, me puse de pie y fui a la cocina a beber agua dándome así un poco de tiempo para recuperar mi auto control, tenía que parar esto Siwon era una persona famosa y estaba acostumbrado a que las chicas cayesen rendidas a sus pies, probablemente él me veía como un reto o algo así y eso no lo iba a consentir, no dejaría que jugase con mis sentimientos por más deseos que tuviese de estar con él.

Siwon se apoyó en el marco de la puerta de la cocina mirándome, supongo que estaría extrañado en la forma en la que lo dejé plantado hace un momento, tenía que enfrentarme a él sin que me notase nada, me volví.

--Vamos, queda poco tiempo y tenemos que terminar con esa traducción— dije Pasé al lado suyo rozándole pues era imposible no hacerlo desde donde esta apoyado.

Él atrapó mi brazo haciendo que me parase me di la vuelta mirándolo fingiendo estar enojada.

--¡Dime que no sentiste nada! Sé que te sientes atraída por mí ¿Por qué te comportas así? ¿Como si nada hubiese pasado?—dijo un poco enfadado.
--Es que nada ha pasado, el que me besó fuiste tú, no yo además es normal que la gente se sienta atraída por un chico guapo y famoso como tú.
-- No eres así, lo sé, no quieras aparentar lo que no eres—dijo enfadado.
Pasó por mi lado recogiendo sus cosas, antes de irse se volvió mirándome fijamente.
--De todas formas esto no se queda así, descubriré lo que sientes por mí –
--¿Qué te importa lo que yo sienta? eso es problema mío- le contesté molesta.

No quería tener problemas en el trabajo por un chico, si al menos no fuese a la misma universidad que yo no tendría motivos para rechazarlo sino todo lo contrarío sería la mujer más feliz del mundo el estar en sus brazos, lamentándome por ese hecho.

Pasaron dos semanas sin que apareciera por la clase me dijeron que estaban de gira por Japón. ¿Por qué no me lo dijo? desde ese día no volvió a decirme nada que no fuese relativo al estudio. Lo echaba de menos lo primero que hacía nada más llegar era mirar por si estaba, mi corazón dolía por su ausencia.

El tiempo pasó, hacía un mes y medio que no lo veía me hice a la idea de que él no volvería, me enteré que habían llegado a Corea algo más de una semana por lo que tuvo tiempo de haber asistido a clase.

Siwon casi dominaba el idioma, él era un alumno aventajado me di cuenta en las pocas clases que le daba los sábados por la mañana lo mismo para él con eso era suficiente.
Como todos los días me reuní con mis compañeros en la sala de profesores, lee young uno de los más jóvenes se acercó a mí entregándome un café le se lo agradecí.

--Irma ¿Tienes un momento?—me preguntó yo asentí con la cabeza, me pilló dándole un sorbo al café.

Me llevó fuera de la sala me apoyé en la pared Lee se puso enfrente de mí preguntándome que es lo que haría el fin de semana si me gustaría acompañarlo al cine o tomar una copa por ahí, le iba a contestar cuando un murmullo de gente distrajo mi atención me giré un poco a ver lo que pasaba, Siwon estaba a unos pasos de mí me olvidé de lo que me acababa de preguntar el otro profesor solo estaba él en mi cabeza, me alegré de verlo otra vez ¡Cuánto lo eché de menos!.

Lee Young volvió a repetirme la pregunta al ver que no le respondía por lo que Siwon tuvo que oírlo perfectamente, me miraba con gesto enfadado e irónico ¿Qué le pasaba? ¿No se alegraba de verme como yo a él?.

Pasó por mi lado sin decirme nada ignorándome, un nudo se fue formando en mi estómago, tenía ganas de llorar tuve que serenarme para que Lee no me lo notase le dije que más tarde se lo diría pues no sabía si tenía algún compromiso en ese momento no podía pensar en nada que no fuese él, Lee se quedó conforme lo llamaron y volvió a entrar a la sala, como quedaba poco para la siguiente clase de Ingles fui a prepararla.

Pasé sin fijarme en nada solo quería que terminase pronto para irme a casa.

--Veo que no has perdido el tiempo— dijo una voz conocida, miré en la dirección de donde provenía.

Siwon estaba sentado con cara de pocos amigos casi mirándome con odio, eso me dolió.
--¿Qué quieres decir con eso?—fingiendo estar bien.
--Por eso no querías nada conmigo ¿verdad? Estabas con él – me miró con desdén y odio, sus palabras se me clavaban como dagas en el pecho iba a contestarle cuando la clase se empezó a llenar.

Se me hizo eterna de vez en cuando lo miraba pero él me ignoró coqueteando con sus compañeras al terminar antes de que se fuese lo llamé tenía que aclarar todo no lo podía dejar así aún a riesgo de perder mi trabajo y de que él no sintiese nada por mí, tenía que jugar con la última carta para poder recuperarlo si es que alguna vez yo le gusté.

Él se paró en seco se volvió esperando a que hablase, estaba muy serio lo que por un momento me eché atrás.
--Tenemos que hablar—le dije
--Creo que está todo dicho—me contestó
--No por parte mía, aquí no podemos hablar ¿tienes tiempo?--Él afirmó con la cabeza.
--Entonces sígueme—salí del aula.

Lo llevé a la parte de atrás del edificio ahí había una habitación donde se guardaban las cosas que no se utilizaban, por lo general allí no iba nadie todo estaba cubierto por una capa de polvo.
--Entra – me hice a un lado para que él entrase, cerré la puerta por si alguien nos veía no quería tener problemas.
--Y bien que quieres—me dijo cruzándose de brazos, ese movimiento hizo que su camisa entre abierta se ahuecase un poco dejando ver una porción de piel lisa y bronceada.

Tragué saliva un poco incomoda y nerviosa Siwon se dio cuenta acercándose despacio a mí.
--¿Es esto lo que quieres?—se desabrochó otro botón de la camisa
-- Estamos solos, nadie te verá ¿no es eso? – dijo irónico él seguía acercándose, yo retrocedí.
--¡No! Te equivocas quería preguntarte el porque te comportas así conmigo, si es por lo que viste hace rato quiero decirte que entre él y yo no hay nada nunca hubo nada sol..—me cortó él
--Entonces ¿por que me rechazaste? ¿Estas jugando conmigo? Te comportas indiferente, me rechazas ahora te sientes molesta por que te vi con ese? Y no te hice caso ..
Levanté la mano tapándole la boca para que no siguiera si esto seguía así terminarían peor y eso no era lo que quería.
--No me cortes ni supongas cosas que no son, para mí es difícil decirte esto por lo que mantente callado ¿OK?- le dije quitando la mano.

--Yo… --
--Estoy enamorada de ti desde hace tiempo pero no podía dejar que esto pasara, por lo que me lo estuve negando a mí misma haciendo la única cosa que podía, ignorarte, tratándote como lo que eres mi alumno, aunque tengamos la misma edad tu sabes que me echarían de aquí si se supiese que salimos aquí esta mal visto y me gusta esto, la enseñanza, tu país. Entonces ¿Qué debería haber echo? Cuando ni sé, si tú ibas en serio o solo te divertías como si otra más se tratase—

No me dí cuenta de que estaba llorando hasta que él levantó su mano secándome el rostro con los dedos después me abrazó rozando su mejilla con la mía .

--¡Tonta! ¿ no ves que estoy loco por ti?, cuando te vi con ese sonriéndole me entraron ganas de pegarlo—se separó un poco mirándome a los ojos.

-- Cuando me rechazaste ese día, ya no estaba seguro de mí y me prometí hacerte ver lo importante que soy para ti…
No lo dejé seguir, lo besé abrazándome a su cuello metiendo mis manos en su pelo como tantas veces soñé, sentí como se apretaba contra mí profundizando el beso. lo siguiente que noté es que estábamos tumbados sobre las polvorientas colchonetas del gimnasio sin nada de ropa que nos estorbase y rogando que nadie se le ocurriese pasar por allí



fin



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